El sol y el calor unen a las marchas mineras leonesas

El sol ha apretado con ganas en la tercera jornada de la Marcha Negra, que culminará en pleno julio en la capital de España. En esta jornada la marcha había partido de Bembibre se ha unido a la que lo hizo desde Villablino, encontrándose en Riello, desde donde han marchado juntos a La Magdalena.

Ya con algunas bojas en los pies los mineros se mantienen con el ánimo alto para seguir avanzando en la lucha por la superviviencia del sector “no nos gustaría estar aquí” nos cuenta César, uno de los mineros de la marcha, “pero esto es lo que tenemos que hacer para luchar por lo nuestro”.

Respecto al calor nos contaba Jorge que “somos mineros, calor hace en la mina, y más lo va a hacer en Madrid cuando lleguemos” como prueba de que el espíritu de lucha sigue intacto, también refrendado en los cánticos cuando se cruzan con los vecinos de las localides que les aplauden a su paso.

La jornada ha transcurrido tranquila y más concurrida que las anteriores, al ser acompañados los mineros por familiares, compañeros y periodistas, con lo que la marcha se ha hecho un poco más larga que a la salida, al juntarse también los dos grupos leoneses en camino a Madrid.

En este recorrido han contado con el apoyo del municipio de Soto y Amío, que les ha ayudado con la manutención y el alojamiento en el pabellón de La Magdalena, donde harán noche los mineros.

La cuarta jornada de la Marcha Negra les llevará a encontrarse en La Robla con sus 80 compañeros que han llegado desde Asturias a Ciñera, desde donde se desplazarán también para unirse y llegar a León, y a Madrid, todos juntos.