La situación en Cataluña deriva en hostigamiento a las fuerzas de seguridad
Las imágenes de las cargas policiales en Barcelona han dado la vuelta al mundo, y ahora las redes vuelven a inundarse de otras donde las fuerzas de seguridad también se han visto agredidas e insultadas por ciudadanos independentistas.
Quizás una de las más intensas ha ocurrido en un colegio electoral este pasado domingo (1-O), con un vídeo en el que se ve como un sargento de la Guardia Civil de León es agredido con una silla mientras procedía a entrar rompiendo los cristales de la puerta principal. Ahora, y tras la tensión provocada por los incidentes ocurridos durante el intento de referéndum, los dueños de varios hoteles de Calella (Barcelona), entre ellos el Palmeras, el Catalonia y el Vila, han instado a los 500 agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil a que abandonen sus instalaciones ya que, supuestamente, tal y como han indicado los propios guardias, la alcaldesa de Calella (CIU) amenazó al director de uno de los hoteles con paralizar una licencia de obras si les mantenía en sus instalaciones, entre los que se encontraban los 18 agentes leoneses.
“Nos han pedido en el hotel Vila en Calella que nos marchemos. Se han portado con nosotros maravillosamente pero al final no han tenido más remedio que ceder. La alcaldesa de Calella, de CIU ha llamado al director esta mañana y le ha dicho que o nos echa o paraliza el expediente de una licencia de reforma total del hotel. Ha recibido varias llamadas, una de ellas diciéndole que le van a quemar el hotel, otras amenazando de muerte a sus padres y recordándole que tiene niños pequeños. Han faltado la mayoría de los camareros a trabajar hoy, por amenazas y presiones. Han tenido que cerrar con maderas y persianas todas las ventanas... como cuando viene un huracán... han cortado los suministros de comida, supongo que algunos distribuidores por convencimiento propio, otros por presiones. Han tenido que colgar el cartel de Hotel cerrado. Nosotros, con todo el agradecimiento hacia estas personas que nos han tratado tan bien, nos vamos para que ellos no tengan más problemas. 250 guardias nos vamos... no sabemos a dónde”, es el texto de un mensaje que los guardias civiles han querido transmitir a los medios de comunicación, tras abandonar el hotel en torno a las 20.00 horas.
Una situación similar está ocurriendo en otros hoteles de Pineda que también alojaban estos días a guardias, y que se han visto obligados a desalojarlos por la presión del Ayuntamiento, que les amenazó con cerrar las instalaciones durante cinco años.
En otro de los vídeo que circulan por las redes sociales se ve como vecinos de Calella acosan con insultos a unos guardias civiles que no están de servicio, y que tienen que ser escoltados por los mossos.
La Fiscalía de Cataluña investiga en estos momentos si hay delito en las coacciones para la expulsión de los agentes. Interior ha asegurado que 431 policías y guardias civiles resultaron heridos en el dispositivo por el 1-O, una cifra que se ha elevado este lunes de los 39 agentes agredidos inicialmente (19 policías nacionales y 20 guardias civiles) que precisaron atención sanitaria inmedita tras las cargas policiales que, según fuentes de la Consejería de Sanidad de Cataluña, causaron más de 890 heridos.
La situación en los barcos
Los dos cruceros que durante las últimas semanas han servido de apoyo y alojamiento a los policías desplazados en Cataluña prorrogarán su estancia al menos durante una semana más. Según las previsiones, los barcos permanecerían en el Puerto de Barcelona hasta este jueves 5 de octubre pero, tal y como han declarado algunos de los guardias civiles leoneses desplazados, continuarán allí hasta el 11 de octubre.