Silván se escuda en un incumplimiento de Amilivia para rechazar asumir el Teatro Emperador de León

El exalcalde de León Mario Amilivia y el entonces consejero de Fomento, y hoy regidor leones, Antonio Silván, junto  José María Aznar. / Foto: PPCyL

C.J. Domínguez

“La titularidad del emblemático Teatro Emperador de León nunca ha estado en el Ayuntamiento, siempre ha estado o en manos privadas, hasta el 2008, y a partir de 2008 en manos públicas. El propietario es el Gobierno de España a través del Ministerio de Cultura. De tal manera que mal, o imposible, se puede devolver a alguien una cosa cuando nunca la ha tenido. Y esa es una realidad importante. Hay que decir a los leoneses y al Ministerio de Cultura que la propiedad del Teatro Emperador ha estado siempre en manos privadas y hasta el año 2008 en manos públicas, pero la propiedad ha estado siempre en manos del Ministerio de Cultura. Eso es muy importante”.

Estas frases son literales de la declaración realizada este pasado miércoles por el alcalde de León, Antonio Silván (Partido Popular), como primer argumento para rechazar la propuesta realizada un día antes por el ministro de Cultura del Gobierno socialista, José Guirao, en su visita a la capital, cuando ofreció “poner sobre la mesa el compromiso de que vuelva a manos municipales” para colaborar después económicamente a su rehabilitación y puesta en marcha cultural.

El actual regidor leonés del PP se aferra así para rechazar la oferta ministerial a un flagrante incumplimiento de su antecesor Mario Amilivia, quien firmó en 2007 un acuerdo de compra por parte del Consistorio valorado en 4.417.635 euros apenas tres semanas antes de las elecciones de mayo de aquel año. Una compra para la que el propio Partido Popular anunció ayuda económica del entonces consejero de Fomento, Antonio Silván, como este llegó a corroborar en un Pleno en Valladolid, sin que jamás se recibiera un céntimo autonómico para aquella adquisición.

El Teatro Emperador, de haberse cumplido aquel acuerdo firmado y aprobado en todas las instancias municipales, debería haber sido propiedad del Ayuntamiento de León durante casi dos años antes de su 'venta' al Ministerio de Cultura en 2009, en virtud del acuerdo 'preelectoral' sellado de manos del director de la la empresa de espectáculos Elde, Juan Ramón Gómez Fabra, con el alcalde también del PP Mario Amilivia.

4.417.635 euros de coste al Ayuntamiento

La adquisición municipal se fijó a cambio de exactamente 4.417.635 euros, lejos de los iniciales seis millones que pedía inicialmente, y el documento incluía el compromiso explícito de escriturar la compraventa antes del 30 de noviembre de ese año 2007, para que el acuerdo no se diera al traste por resultados electorales posteriores -no hay que Amilivia gobernaba tras una moción de censura contra el socialista Francisco Fernández, apoyado por dos tránsfugas de UPL, José María Rodríguez de Francisco y Covadonga Soto-.

Amilivia presidía la Junta de Gobierno celebrada el 4 de mayo de 2007 en la que “se aprobó el documento de compra del Teatro Emperador, de cara al siguiente trámite que será la ratificación” por parte del Pleno. Tras ese acuerdo, “el Ayuntamiento hará entrega a la empresa Elde la cantidad total ascendente a 221.381,75 euros equivalente al 5% del precio fijado para la compraventa”, reza aquel acuerdo del que Silván ahora se ha olvidado. No consta si también este acuerdo fue incumplido o se efectivamente se llegó a dar al empresario dicha cantidad de dinero, a pesar de que, como defiende el equipo de Gobierno actual, jamás se formalizó la compraventa.

En el Registro de la Propiedad

iLeon.com ha acudido al Registro de la Propiedad de León y corroborado oficialmente que no fue hasta el 2 de septiembre de 2009 cuando se inscribió como nuevo propietario del Emperador al organismo autónomo Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos de Cultura, actual propietario, aunque cedió el edificio en uso al Instituto Nacional de las Artes Escénicas de la Música.

Y un detalle importante que el Registro desvela y casi nadie sabe: “El citado instituto se compromete a reincorporar al Patrimonio del Estado el inmueble que recibe en el supuesto de que dejara de ser necesario para el cumplimiento de sus fines”. Es decir, que si el querido inmueble leonés no fuera a tener uso cultural, como intentó el Ministerio por dos ocasiones bajo el mandato del PP Mariano Rajoy sacándolo a subasta, debería blindarse obligatoriamente a nivel estatal antes de que eso llegara a ocurrir.

Amilivia en 2007: “Herrera y Silván se han comprometido a subvencionar la compra”

El problema al que se enfrentó el alcalde Mario Amilivia hace once años fue de dónde sacar los 4,4 millones de euros firmados a cambio del Emperador. Por eso, aseguró el mismo día del anuncio de adquisición, el 3 de mayo de 2007 -las elecciones eran el 27 de mayo, sólo tres semanas después- que “el presidente de la Junta y del consejero de Fomento, Antonio Silván, se han comprometido a subvencionar la compra”.

Es decir, que Silván estaba comprometido con ayudar desde la Comunidad autónoma para financiar la compra, como finalmente no hizo: no consta que la Junta llegara a aportar cantidad alguna.

Es más, en las Cortes de Castilla y León, el Silván consejero de Fomento llegó a asegurar a preguntas de Héctor Castresana, procurador de UPL, en un Pleno autonómico celebrado en noviembre de 2007 que “la Junta ya está implicada” cuando le pregunto por aportaciones al Teatro Emperador, como al Palacio de Congresos, el cruce de Michaisa o la integración del Feve, cuya trascripción se puede leer aquí con todo detalle.

Una promesa reafirmada en las Cortes que jamas se cumplió

“El compromiso de la Junta con León está fuera de toda duda, como lo hemos demostrado en los últimos años, y no hay mayor y mejor compromiso que la palabra dada por nuestro presidente Juan Vicente Herrera”, aseguró Silván, para justificar después que esas aportaciones, incluida la del Emperador, no hubieran aparecido en ninguna partida de los presupuestos autonómicos del PP. “Están en los Presupuestos, y en este caso las palabras, se lo puedo garantizar, no las va a llevar el viento, no las va llevar ningún vendaval, por muy suave que éste sea”.

La verdadera solución financiera llegó un año y medio después de aquel anuncio: el ya nuevo alcalde de León, el socialista Francisco Fernández, anunciaba en septiembre de 2008 que el Gobierno presidido por Zapatero se implicaba plenamente en una solución al edificio construido en 1949 por los arquitectos Cárdenas y Javier Sanz.

El Ministerio pagó 4,7 millones un año más tarde

La escenificación del compromiso de compra estatal del edificio se materializó en diciembre de ese año con la visita del entonces ministro, César Antonio Molina, en una visita a León. El precio final fue de 4,7 millones, de manera que el acuerdo suponía que el Ayuntamiento recibía algo más de dinero del que se había pactado un año antes.

Molina, con las llaves del Teatro Emperador en la mano literalmente, prometió que el Emperador se adscribiría al Instituto Nacional de las Artes Escénicas (Inaem) como sede del Centro Nacional de las Artes Escénicas y de las Músicas Históricas.

La promesa de reforma por 5,5 millones que jamás hizo el PSOE

Y también el ministro recordó una visita previa -abril de 2017, también antes de las elecciones municipales- de la ministra de Fomento, la también socialista Carme Chacón, para sellar con el regidor un protocolo de colaboración prometiendo la inversión de 5,5 millones de euros a mayores para la rehabilitación del teatro en base a un proyecto que respetaba el diseño original del edificio, aunque transformando sus instalaciones de 3.900 metros cuadrados, limitando el aforo de 1.400 localidades a 1.200 butacas y con capacidad para acoger todo tipo de manifestaciones musicales, escénicas y coreográficas de formato mediano. La compra estatal al Ayuntamiento sí fue real pero aquella inversión en el Emperador jamás se cumplió.

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