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Tras casi dos meses de vacaciones en muchas ocasiones los niños resultan “inaguantables” en casa. Ileon.com ha consultado con una experta en sicología infantil para que el caos no reine en el hogar o, en otras palabras, para que lo que queda de verano sea lo más llevadero posible tanto como para los padres como para los más pequeños.

En primer lugar, “a los niños hay que dejarles jugar y descansar”, pero siempre “manteniendo unas normas”. En verano estas obligaciones “tienen que ser más abiertas y no cargarles de tantas tareas”, explica Belén García Fernández, sicóloga experta en educación y sicología infantil.

Tener un hijo conlleva un sacrificio y dedicarle tiempo es muy importante

Otro de los objetivos primordiales es conseguir que los niños se entretengan sin que se pasen el día 'pegados' a la televisión. Según Belén, la televisión constituye una parte importante del ocio de los pequeños en verano, pero hay que saber dosificarla. “La televisión se trata de un pasatiempo muy individualista, no deja que los niños ejerciten la fantasía”.

Por este motivo, la sicóloga recomienda a los padres y tutores potenciar los juegos en grupo, en el parque por ejemplo o, aprovechando la época en la que la familia suele reunirse, con primos y otros niños y así estimular el juego social. Otras actividades aconsejadas son pintar, dibujar y el uso de juguetes.

Es por todos sabido que, a pesar de que los padres desearían disfrutar mucho más tiempo con sus hijos, el trabajo y otras obligaciones lo impiden. Una salida muy recurrida suelen ser los abuelos. “Lo ideal es que los niños estén con sus padres y no con los abuelos, que pertenecen a dos generaciones distantes de la suya”, argumenta Belén. Además, según la experta, los abuelos se cansan más y necesitan más reposo. “Tener un hijo conlleva un sacrificio y dedicarle tiempo es muy importante”, afirma.

La importancia de unas reglas en el hogar

Las claves para mantener una cierta disciplina en casa podrían concentrarse en una muy importante: “Que aprendan a diferenciar los límites”, explica Belén. No se deben consentir todos sus caprichos, continúa, ni “tampoco decir sí a la primera”.

Según la experta los niños se tienen que comportar adecuadamente y colaborar en las tareas de la casa, dependiendo de la edad. Será cuando cumplan con su parte cuando reciban la recompensa, bajo ningún concepto en caso contrario.

Los niños tienen que aprender a diferenciar los límites

Por ejemplo, cepillarse los dientes, irse a dormir cuando llega la hora, comer lo que se les pone en el plato y que obedezcan las indicaciones de sus progenitores. “Es la herramienta, o los trucos con los que cuentan los padres para conseguir que sus hijos se porten bien”.

Una forma de alentar al pequeño es crear una tabla de normas y consecuencias. Si las reglas se cumplen, el niño ganará en autonomía, asiente Belén. Para ello es muy importante que “los niños tengan claro qué se les pide y qué se les da a cambio”. Por ejemplo: “Si se viste solo, al final del día jugará con papá o mamá, sino no se irá a la piscina”.

Como consejo final, Belén recuerda que no es tiempo de cargar al niño con clases particulares ni técnicas de estudio, sino que en verano “hay que disfrutar del ocio”, declara.

Lo ideal, para no perder el hábito, es dedicar al estudio como máximo una hora diaria, puesto que los niños también se merecen descansar.

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