25.000 se reúnen en Villalar en una edición ausente de reivindicaciones de trabajadores

Ical

Alrededor de 25.000 personas, 8.000 vehículos y en torno a una quincena de autobuses (datos de las 15 horas, según la Subdelegación del Gobierno), dieron hoy color en Villalar de los Comuneros (Valladolid) al Día de Castilla y León, en una edición marcada por la ausencia de reivindicaciones de trabajadores como sí sucedió en otras ocasiones. Únicamente se observó la presencia de los trabajadores de las Brigadas contra Incendios Forestales (Brif), que continuaron su lucha para el reconocimiento de bomberos forestales, así como responsables de Ecologistas en Acción, que celebraron el cierre de la centra Nuclear de Santa María de Garoña, en Burgos.

Desde primera hora de la mañana, con densa niebla y bajas temperaturas, se comenzó a ver visitantes por las calles de la localidad vallisoletana, una tendencia que aumentó a medida que discurrió la jornada y que alcanzó su pico en torno a las 14 horas. Si bien, con el concierto de Celtas Cortos por la tarde se espera una afluencia masiva.

Pocas personas, además de la clase política, acompañaron en el recorrido matinal al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera; a la presidenta de las Cortes, María Josefa García Cirac, y al delegado del Gobierno, Juan Carlos Suárez-Quiñones, quien se estrenó en Villalar tras su reciente nombramiento. Sin embargo, aunque no se registraron incidencias de importancia, sí se escucharon en ese momento voces de repulsa contra la presunta trama eólica al cántico de 'chorizos'.

En un día en el que se cumplió el refrán 'Mañanas de niebla, tardes de paseo', a partir de mediodía, con sol reluciente, buena temperatura y ya con participantes en manga corta, la campa comenzó a presentar mejor imagen. Junto al espacio ubicado en el centro de la misma para Radio Televisión Castilla y León, por donde pasó la mayoría de los protagonistas de la jornada, empezaron a verse las primeras banderas de la Comunidad y pañoletas típicas del Día de Castilla y León. Las carpas y chiringuitos tenían mejor aspecto y el escenario principal arrancó su serie de actos y concursos.

Los actos de los diferentes partidos políticos frente al monolito para celebrar la tradicional ofrenda floral, algunos de ellos en su primera visita, como Podemos y Ciudadanos, se mezclaban con actos más sociales en la campa, en el que los mayores aprovechaban para disfrutar de deportes autóctonos, como la rana, petanca o bolos, mientras que los niños se divertían en las atracciones y tiovivos.

Menor cantidad de protestas

En boca de muchos estuvo la ausencia de reivindicaciones y protestas ante la visita del jefe del Ejecutivo y más tarde en las calles y en la campa de Villalar. A pesar de que se esperaba la presencia de los trabajadores del sector minero, Editorial Everest, Montefibre o San Cayetano, entre otros, únicamente se hicieron visibles Ecologistas en Acción a través de un pancarta y los empleados de las brigadas forestales, que exigieron el reconocimiento de la categoría de bombero; convertirse en servicio esencial de emergencias, tener segunda actividad y jubilación adecuada al puesto de trabajo y condiciones salariales dignas y acordes al puesto de riesgo desempeñado.

En la propia campa, también se pudieron leer mensajes en algunas de las carpas para solicitar solidaridad con los presos anarquistas y rechazo al fracking, “ni aquí ni en ningún sitio”, tal y como rezaba una de las pancartas. Además, se dejó ver un grupo de la Asamblea de Gamonal (Burgos). El espacio de Izquierda Castellana contó con la participación de Valladolid Toma la Palabra y de Segovia en Común, nuevas organizaciones que se presentarán en los comicios del 24 de mayo.

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