Los refugiados no ven España como país de asilo

ileon.com

El 20 de junio se celebra el Día Mundial del Refugiado, una fecha para llamar la atención de la ciudadanía sobre los 43 millones de personas obligadas a abandonar su lugar de residencia al ver su vida y su integridad seriamente amenazadas y sufrir persecución por causa de su origen, sexo, religión, opinión política o pertenencia a determinado grupo social.

Desde Accem, organización especializada en el trabajo vinculado al asilo, queremos expresar en primer lugar nuestra satisfacción por el avance conseguido a escala estatal y europea con la puesta en marcha de sendos programas de reasentamiento, una de las soluciones duraderas que reconoce el Acnur para la adecuada protección de las personas refugiadas. En España, el programa de reasentamiento desarrolla al fin lo recogido en la vigente Ley de Asilo.

Mediante el reasentamiento se facilita la acogida a una cantidad de personas fijada previamente de entre aquellas que permanecen en campos de refugiados situados junto a las fronteras de los países de los que debieron escapar a causa de la persecución, la violencia o la guerra.Muy habitualmente, en estos países no se dan las condiciones socio-políticas necesarias para garantizar la protección de los refugiados. Y, además, el volumen de refugiados es tan alto que resulta imposible en estos países ofrecer una respuesta adecuada a sus necesidades.

Desde Accem queremos subrayar, sin embargo, que, siendo una necesaria y eficaz solución para algunas personas, el reasentamiento no basta como forma de asegurar la protección a las personas refugiadas.

En 2012, únicamente 2.565 solicitudes de asilo en España

Llama la atención cómo, en un momento en el que el número de refugiados en el mundo se mantiene en torno a los 43 millones de personas, y en el que asistimos a graves crisis de refugiados como las que estamos viendo en Siria, Sudán o en Malí (estas dos últimas desaparecidas de los medios de comunicación), en España se hayan reducido drásticamente las solicitudes de asilo.

En 2012 se registraron únicamente 2.565 solicitudes de asilo, frente a las 7.664 de 2007 y las 6.309 de 2002; un porcentaje muy pequeño de las 297.000 solicitudes de asilo tramitadas en países de la UE en 2012, que se incrementaron en un 7% con respecto a 2011.

Uno de los factores que explican esta reducción de las solicitudes de asilo en España radica en las dificultades que encuentran las personas necesitadas de protección internacional para acceder a nuestro país. El blindaje de la Unión Europa para tratar de frenar la inmigración impide también la llegada a Europa de las personas refugiadas. Particularmente, el férreo control europeo de la frontera sur hace muy difícil la llegada a nuestro país de los refugiados y migrantes que proceden de los países africanos.

Las personas refugiadas realizan su viaje dentro de los llamados flujos mixtos (refugiados, migrantes, etc.), generalmente a través de las redes ilegales de tráfico de personas, que se ven reforzadas con el cierre de fronteras europeo. Los refugiados y migrantes se ven abocados al contacto con estos grupos delictivos, quedando además a merced de sus abusos.

En definitiva, las personas refugiadas encuentran enormes dificultades para acceder al territorio español y europeo y a los mecanismos existentes de protección a los que tienen derecho en virtud de lo establecido en la Convención de Ginebra de 1951.

Pasos hacia el Seca: progresos e incertidumbres

Por otra parte, desde Accem saludamos como una buena noticia los pasos anunciados recientemente hacia la implantación del esperado Sistema Europeo Común de Asilo (Seca). El Parlamento Europeo acaba de aprobar una serie de

medidas que fijan procedimientos comunes para el tratamiento de las solicitudes de asilo e introduce unos requisitos mínimos de acogida, entre las cuestiones más relevantes.

Sin duda, es positivo que en la Europa diversa se den pasos encaminados a reforzar de forma coordinada la respuesta a las personas necesitadas de protección internacional. Existe, sin embargo, el peligro de que los países que ofrecen mayores ventajas y mejores posibilidades a estas personas puedan rebajar sus niveles de protección al establecerse unos estándares comunes inferiores.

Por último, queremos cerrar este comunicado por el Día Mundial del Refugiado 2013 reclamando que se reconozca el derecho a la protección internacional de las personas que son víctimas de esa forma de esclavitud que es la trata de seres humanos con fines de explotación, un colectivo de especial vulnerabilidad al que es necesario garantizar una adecuada y eficaz protección

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