Reducir la publicidad del tabaco incide en su consumo

Día Mundial sin Tabaco 31 de mayo 2013

ileon.com

La celebración del Día Mundial Sin Tabaco, promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se realiza desde 1988 para destacar anualmente distintos temas relacionados con el tabaco y facilitar una visión global de las numerosas facetas y la complejidad que representa este tema. El tema del Día Mundial Sin Tabaco 2013 es la prohibición de la publicidad, la promoción y el patrocinio del tabaco.

Según la OMS la epidemia mundial de tabaquismo mata cada año a casi 6 millones de personas, de las cuales más de 600.000 son no fumadores que mueren por respirar humo ajeno. Según sus cálculos las muertes ascenderán a más de 8 millones de personas cada año hacia 2030. Más del 80% de esas muertes evitables corresponderán a personas que viven en países de ingresos bajos y medianos.

La OMS sostiene que el tabaco mata hasta a la mitad de quienes lo consumen

El objetivo primordial del Día Mundial Sin Tabaco es contribuir a proteger a las generaciones presentes y futuras no solo de esas consecuencias devastadoras para la salud, sino también de los flagelos sociales, ambientales y económicos que se derivan del consumo de tabaco y la exposición al humo que desprende.

Una de las principales causas de mortalidad, morbilidad y pobreza

El tabaco es una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar nunca el mundo. Mata a casi 6 millones de personas al año, de las cuales más de 5 millones lo consumen o lo han consumido, y más de 600.000 son personas no fumadoras expuestas al humo ambiental. Cada seis segundos aproximadamente muere una persona a causa del tabaco, lo que representa una de cada 10 defunciones de adultos. Hasta la mitad de los actuales consumidores de tabaco acabarán falleciendo por una enfermedad relacionada con el tabaco. Esa cifra podría elevarse a más de ocho millones en 2030 a menos que se tomen medidas urgentes para controlar la epidemia de tabaquismo.

Casi el 80% de los más de mil millones de fumadores que hay en el mundo viven en países de ingresos bajos o medios, donde mayor es la carga de morbilidad y mortalidad asociada al tabaco.

Los consumidores de tabaco que mueren prematuramente privan a sus familias de ingresos, aumentan el coste de la atención sanitaria y dificultan el desarrollo económico. En algunos países, los niños de los hogares pobres trabajan con frecuencia en el cultivo de tabaco para aumentar los ingresos familiares. Esos niños son especialmente vulnerables a la enfermedad del tabaco verde, producida por la nicotina que absorbe la piel cuando se manipulan hojas de tabaco húmedas.

Un producto que mata progresivamente

Debido al desfase de varios años entre el momento en que la gente empieza a consumir tabaco y la aparición de problemas de salud, la epidemia de enfermedades y muertes relacionadas con el tabaco no ha hecho más que empezar.

El tabaco causó cien millones de muertes en el siglo XX. Si se mantiene la tendencia actual, en el siglo XXI se registrarán hasta mil millones de muertes, según datos de la OMS.

La vigilancia como factor clave

Una vigilancia eficaz permite determinar las dimensiones y la naturaleza de la epidemia de tabaquismo y la mejor manera de adaptar las políticas. Hay 59 países, casi la mitad de la población mundial, que han reforzado sus sistemas de vigilancia para que incluyan datos recientes o representativos sobre ambos, adultos y jóvenes, de modo que cada cinco años como mínimo se reúnan datos de ese tipo. Así y todo, más de cien países carecen de esos o de cualquier otro dato.

El humo ajeno mata

Se considera humo ajeno el que llena restaurantes, oficinas y otros espacios cerrados, cuando la gente quema productos de tabaco como cigarrillos, bidis y pipas de agua. No hay un nivel seguro de exposición al humo de tabaco ajeno.

Todo el mundo debería poder respirar aire sin humo. Las leyes contra el humo protegen la salud de los no fumadores, son bien acogidas, no perjudican a los negocios y animan a los fumadores a dejar el tabaco.

La prohibición de la publicidad reduce el consumo

La medidas de prohibición de la publicidad, la promoción y el patrocinio del tabaco pueden reducir el consumo, siendo una de las medidas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud, y en estudio en la Unión Europea.

La prohibición general de todas las formas de publicidad, promoción y patrocinio del tabaco permitiría reducir el consumo de tabaco en un 7% aproximadamente como media, pero en algunos países se podría lograr una disminución de hasta el 16%. Solo 19 países, que representan el 6% de la población mundial, han implantado medidas generales de prohibición de la publicidad, la promoción y el patrocinio del tabaco.El 46% de la población mundial vive en países que no prohíben la distribución gratuita de productos de tabaco.

Los impuestos tienen un efecto disuasorio

Los impuestos al tabaco son la opción más eficaz para reducir su consumo, apunta la OMS, especialmente entre los jóvenes y los pobres. Un 10% de aumento de esos impuestos reduce el consumo de tabaco aproximadamente un 4% en los países de ingresos altos y un 8% en los países de ingresos bajos o medios.

Solo 27 países -menos del 8% de la población mundial- aplican impuestos sobre el tabaco que superen el 75% del precio minorista. En los países sobre los que se dispone de información al respecto, los ingresos obtenidos mediante los impuestos al tabaco equivalen a 154 veces el gasto realizado en medidas de control del tabaco.

Guía del Ministerio de Sanidad para dejar de fumar. Consúltala aquí.

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