La psicóloga Marian Batle: ¿cómo nos afectan las altas capacidades?

Cada persona tiene sus propias batallas personales, sus propios miedos y problemas, que debe enfrentar para identificar, comprender y superar etapas de la vida que pueden limitarnos o arrastrarnos a situaciones de infelicidad, y dentro de esos problemas, hay uno en especial que es subestimado, las altas capacidades. ¿Las razones? Se suele pensar que las personas muy inteligentes o que destacan de forma extraordinariamente positiva, no tienen motivos para sentirse incomprendidos, pero nada más alejado de la realidad.

¿Qué son las altas capacidades?

Las altas capacidades se pueden definir, en términos sencillos, como a todas aquellas personas que resaltan de forma positiva dentro de la sociedad porque cuentan con un coeficiente intelectual superior a 136. Incluso, aquellas personas que tienen un coeficiente superior a 130 son consideradas, por muchos expertos, como superdotados.

Si bien la inteligencia es un aspecto diferenciador positivo, en muchas ocasiones puede generar serios problemas emocionales a la persona. De ahí que las personas con altas capacidades se sientan, tal como explica la psicóloga Marian Batle, desplazados e incomprendidos. Esto se debe, principalmente, a que pese a tratarse de una cualidad positiva, no calzan en los estereotipos impuestos por la sociedad.

En este sentido, Marian Batle explica que se trata de un tema silenciado y subestimado, más porque cuando es abordado se hace desde un concepto simplista. La realidad es que las personas con altas capacidades afrontan una realidad sumamente compleja, que requiere atención adecuada para que esa persona logre, verdaderamente, ser feliz. ¿Cómo saber si una persona tiene altas capacidades? Además de acudir a un psicólogo especializado en el tema, se puede comenzar por hacer un test altas capacidades adultos.

A través de este test es posible medir el coeficiente intelectual de la persona a través del análisis o razonamiento abstracto, rapidez de procesamiento, aritmética, entre otros. Por supuesto, es fundamental dejar este tipo de pruebas en manos de psicólogos, entendiendo que para obtener un resultado fiable, se necesita el tratamiento de un profesional. De ahí que los test que abundan en internet, si bien son una buena opción de entretenimiento, no arrojan resultados confiables.

Es sumamente común que los niños y adultos con altas capacidades sean rechazados por buena parte de la sociedad, situación especialmente compleja durante la niñez. De ahí que los niños superdotados suelen ser víctimas de acoso en el entorno escolar y no suelen contar con amigos. Incluso, hay muchos padres que no se sienten completamente cómodos de tratar con hijos que tengan estas impresionantes capacidades.

Los niños considerados superdotados, en realidad, sufren mucho, y deben ser atendidos para ayudarles a gestionar de forma más efectiva sus emociones. Cuando esas emociones no son atendidas, continúan creciendo, y posteriormente, se tiene un adulto con muchos más problemas que, sin duda alguna, pueden afectar de forma directa a la forma de relacionarse con los demás.

Por otro lado, las altas capacidades son detectadas, en un principio, por las percepciones de los padres. Generalmente, los padres llevan a su hijo a consulta por preocupación general, ya sea porque el niño presente problemas de sociabilidad, integración, e incluso puede haber ocasiones donde el niño tenga un bajo rendimiento escolar. Por supuesto, después de las primeras impresiones y pruebas, será el psicólogo quien, finalmente, haga un diagnóstico sobre las altas capacidades del niño.

Lo mismo ocurre con el adulto, y es que son muchos los que llegan a la edad adulta sin saber con exactitud lo que les ocurre. Sin embargo, nunca es demasiado tarde para abordar ese problema con la seriedad que necesita, y de esa forma, la persona logrará un sentimiento de paz y felicidad como nunca antes lo había sentido.

Otras terapias esenciales para el bienestar mental y emocional

Las altas capacidades deben ser abordadas con seriedad, porque puede suponer un gran problema para la persona que las padece, ya sea que se trate de un niño o de un adulto. Para alcanzar el objetivo de paz mental y máxima estabilidad emocional, resulta imprescindible acudir a un psicólogo especialista y actualizado como Marian Batle, quien pone en práctica las terapias más modernas para lograr avances impresionantes en cada uno de sus pacientes, siempre desde la perspectiva de la singularidad.

A continuación compartimos algunas de las más destacadas:

Las terapias contextuales se posicionan como una alternativa adicional y sumamente efectiva para hacer frente a una serie de problemas psicológicos. En este caso, se parte de un concepto acumulativo y tiene por objetivo hacer énfasis en cómo la persona se vincula con otras personas o situaciones, incluso consigo mismo. De ahí que en este tipo de terapia se preste especial atención a sentimientos, pensamientos y actuaciones.

En este sentido, el objetivo es que el paciente logre identificar y también construir nuevas formas de actuaciones en el marco de esas relaciones con situaciones y eventos. Para ello es clave que el paciente aprenda a identificar y diferenciar los recuerdos, de los sentimientos, acciones y emociones.

Otra de las terapias más efectivas para hacer frente a situaciones de gravedad que hayan generado un shock o un trauma a una persona, es el EMDR, cuyas siglas derivan de las palabras en inglés 'Eye Movement Desensitization and Reprocessing'. ¿En qué consiste? En ofrecer un enfoque más innovador para el tratamiento del trauma, cuyo objetivo es observar el problema desde una perspectiva más amplia, para actuar de forma directa y más efectiva sobre los efectos que le hayan generado al paciente vivir esa situación tan negativa.

Es, sin duda alguna, una terapia sumamente efectiva para tratar heridas psicológicas, entendiendo la singularidad y cómo cada individuo reacciona de formas diferentes, incluso ante un mismo evento desencadenante. El EMDR ha demostrado ser una terapia sumamente eficaz para tratar traumas tan grandes, como vivencias de guerras o terremotos, así como también traumas generados en el seno familiar.

Para vivir una vida plena es necesario prestar atención a nuestra salud mental y a nuestras emociones. Ir al psicólogo desde temprana edad puede ser clave para aprender a identificar problemas y gestionar mejor las emociones.