La era de los profesores 'low cost' y los becarios

Profesor pequeña

asturias24.es

Hasta ahora, las reglas del juego estaban claras. Había funcionarios docentes de carrera e interinos. Para conseguir plaza había que aprobar más de una oposición, aceptar contratos de escasa duración y rodar por centros para conseguir los méritos que te permitiesen encontrar un puesto definitivo en un colegio. El siglo XXI, la crisis y el alud de maestros y especialistas titulados ha difuminado los límites. Las oposiciones solo cubren una mínima parte de las vacantes reales en los colegios, el ministro José Ignacio Wert pretende incorporar becarios graduados en los centros al margen del sistema oficial, el Gobierno de Cantabria ensaya un modelo similar y el PP aboga por modificar el sistema de acceso e implantar algo parece al MIR que tienen los médicos, para garantizar que el docente, además de formación teórica y pedagógica, domina el aula. En medio de tanto debate, interinos y sindicatos asisten alarmados ante la precarización de las condiciones, el único resultado palpable hasta el momento. También asisten al debate en la Facultad de Formación del Profesorado, que teme que la generación mejor preparada nunca encuentro un hueco.

Cantabria y el ministerio

Cantabria las denomina Becas de Iniciación a la Profesión Docente, en siglas el BIP, y lo presenta como un ensayo del MIR docente que el PP ha comenzado a defender en todo el país. La idea no es del todo nueva. El propio Alfredo Pérez Rubalcaba ya había apuntado esta idea cuando ocupó el Ministerio de Educación con el PSOE. Este BIP consiste en 500 becas --250 para Infantil y Primaria y otras 250 para Secundaria-- que permitirán a docentes residentes en Cantabria, con un expediente académico “excelente” y un B2 en Inglés que nunca haya trabajado antes en un colegio adquirir experiencia a razón de 20 horas semanales por 560 euros brutos mensuales, durante cuatro meses. Tendrán tutores, con un mínimo de 20 años de experiencia docente, que recibirán una remuneración. En total, al Gobierno cántabro, el programa le cuesta 1,2 millones de euros. La Consejería de Educación afirma que es un método “que da la oportunidad a los titulados de formarse al más alto nivel”. Esta apuesta ha recibido una gran contestación por parte de sindicatos interinos que denuncian la precarización.

Los términos son casi idénticos a los 2.000 becarios de Wert. El Ministro de Educación anunció la semana pasada la incorporación de recién egresados en centros en los que haya matriculados alumnos con necesidades educativas especiales. Las comunidades autónomas serán las encargadas de elegir los centros, pero la financiación y la selección de candidatos corresponderán al Gobierno central. También cobrarán una cantidad simbólica, también tendrán que tener una certificación en un idioma extranjeros y una expediente académico brillante. En lugar de cuatro meses trabajarán siete. La medida ha caído como un bombazo sobre el profesorado interino, sobre todo, entre los especialistas de aquellas disciplinas vinculadas a la atención a la diversidad, que en Asturias tiene a casi 1.800 docentes en bolsa. El PP asegura que son dos caminos completamente distintos, que no colisionan en ningún punto y que no afectará a los interinos. Es más, Susana López Ares conmina a la consejera, Ana González, a negociar unas plantillas realistas para los centros.

MIR docente

La propia López Ares apunta a ese MIR docente que sopesan los populares. Lo llama MIR docente por la oportunidad de que los docentes vayan incorporándose progresivamente al aula, una vez completada su formación teórica y pedagógica, tutorizados por un profesor con experiencia, tal y como los médicos guían el camino de los residentes en los hospitales. “Sería interesante que fuesen pasando por diferentes especialidades, para enfocar su futuro profesional, por ejemplo en programa bilingües o no, o en Secundaria, donde existe más versatilidad, para ver qué especialidad prefieren”, explica la diputada del PP. Sería, por tanto, una formación adicional que busca “mejorar la formación prestigiar la profesión y dar nuevas herramientas para el ejercicio real en el aula”.

Poco más puede precisar Susana López Ares porque el modelo concreto está por definir. No se sabe si había un examen de acceso, al estilo MIR, quién podría acceder, cómo cobrarían, qué pasaría con los interinos en el proceso de transición, cómo se definirían las plazas... Todo esto habría que negociarlo. La diputada del PP asegura que están dispuestos a debatir todos estos aspectos con toda la comunidad educativa.

Interinos y sindicatos

Mientras, los interinos viven un momento especialmente duro, atrapados entre la escasez económica de las administraciones, una exigua tasa de reposición que impide cubrir las vacantes reales de los centros y anuncios de becas en precario para recién titulados que les arrinconan aún más en el sistema. Alberto Cano, portavoz del colectivo de maestros que rechazan las oposiciones de este año en el Principado, en las condiciones y con las plazas que la consejería quiere, admite que esas becas --ya sean las cántabras o las de Wert-- “suponen el final de los interinos”. Cano señala que implica “que gente sin experiencia, haciendo prácticas sin red”. Los docentes saben que no son médicos y no juegan con las vidas de los pacientes, “pero tenemos en nuestras manos la educación de generaciones completas”.

Los problemas que plantean con los nuevos modelos de becas o con el MIR docente son reales. ¿Qué va a pasar con la gente que lleva años rodando, que no tiene plaza fija pero que tampoco puede acceder a la nueva oferta porque no son recién graduados? ¿Tendrán que hacer un MIR? ¿Habrá un sistema transitorio? ¿Dejarán de cotizar? ¿Cuándo llegará su turno? Los interinos del profesorado se quejan de que la administración no se canse de experiencia con la educación, cambiando el sistema cada cinco años. “Con la sanidad no se atreven. Ni siquiera tocan su tasa de reposición para no soliviantarlos aunque no vayan a sacar sus oposiciones. En mi plaza no hay nadie. ¿Por qué no puede ocuparla un interino?”, se pregunta Alberto Cano.

Los sindicatos también han puesto el grito en el cielo. SUATEA, FETE-UGT y ANPE han salido en tromba contra Wert y sus 2.000 interinos. Hablan de precarización, de “una bofetada más para los más de 36.000 profesoras y profesores interinos despedidos desde la aplicación del real decreto de medidas urgentes” y de intentar “maquillar resultados con parches”. Gumersindo Rodríguez, de ANPE, señala que con la excusa de mejorar el sistema o de dotar de experiencia a los titulados “no se puede colar por la puerta de atrás a becarios” y menos cuando “desde el inicio de la crisis hay 50.000 profesores, 25.000 de ellos interinos”.

Para el presidente de ANPE-Asturias lo importante es que la clase política se ponga de acuerdo, firmen un pacto de educación y consoliden un buen sistema, ya sea un DIR (Docente Interino Residente) u otro sistema. Lo importante, para Rodríguez, es que a la vocación, la formación teórica y la pedagogía se sume una experiencia paulatina en el dominio del aula. Que aprendan adaptar su lenguaje a la edad de los estudiantes, que tengan afán innovador e innovador. “Da igual que sea un concurso oposición o un DIR. Lo que hay es que ponerse de acuerdo y formar a los mejores”, insiste.

Formación del Profesorado

¿Cómo se ve toda esta polémica de la Universidad? El decano de Formación del Profesorado, Juan Carlos San Pedro, lo contempla con sentimientos encontrados. Por una parte, las becas son una oportunidad para que los centenares de alumnos que cada año lanzan al mercado laboral se curtan en el aula y para que entren en el mundo laboral real. Pero, por otro, admite que se está asistiendo a una precarización de las condiciones para todos los docentes. En toda España, se titulan 45.000 al año. Este exceso de oferta, de por sí, ya empuja hacia esa precarización.

San Pedro explica que sabe de grandes expedientes de antiguos alumnos con vocación que trabajan en centros comerciales o supermercados porque no han tenido ni una oportunidad y de otros que pasan hasta 10 años hipotecados esperando por unas oposiciones que no acaban de llegar. El decano explica, además, que en octubre tuvieron en la facultad a un experto de Pisa que señaló “que el problema del sistema educativo español no es tanto la falta de contenidos sino lo poco que se cuida la función docente”. Así que entiende que, al igual que pasa en otros países, con otros modelos radicalmente diferentes al español, se debe diseñar una auténtica carrera docente, en la que el profesional vaya escalando puestos y de auxiliares pasen a ayudantes y titulares, a medida que ganen experiencia y muestren solvencia, siempre tutelados por expertos.

Cómo se llegue es otra cosa. Sobre el MIR docente, Juan Carlos San Pedro explica que ya estuvo cerca Ángel Gabilondo, durante su etapa como ministro de Educación. A su juicio, el actual sistema es francamente mejorable. Es necesario valorar la innovación, la investigación y la participación en proyectos, además de los conocimientos que se muestran en una oposición. “El mejor docente debería estar en el lugar con más problemas para conseguir ese efecto corrector e igualador de la educación. Lo que tenemos que ver es qué criterios utilizamos para saber quién es el mejor”, concluye.

Más información: http://www.asturias24.es/secciones/vivir/noticias/profesores-low-cost-mir-docente-o-becarios/1424709789

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