El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes un real decreto que deja atrás la prohibición de dejar reses muertas en el monte. Tras 10 años de restricción motivada por la 'fiebre de las vacas locas', se ha tomado la medida más esperada por ganaderos, ecologístas y sindicatos. La nueva norma regula la alimentación de determinadas especies con animales muertos.
Desde el 2002, la normativa europea obligaba a recoger los cadáveres de ganado que fallecían en los montes o en las zonas tradicionales de alimentación de especies carroñeras, hasta ahora los ganaderos cubrían los gastos de retirada a través de seguros.
Además la prohibición ha afectado a las hábitos de algunas especies carroñeras, que ya no encontraban alimento con la misma facilidad.
Desde este viernes, los animales que hayan pasado los registros sanitarios no se retirarán sino que se convertirán en alimento para especies carroñeras como los buitres y los quebrantahuesos.
El coordinador de la Fundación Oso Pardo, José Luis García Lorenzo, se ha mostrado muy satisfecho con la nueva normativa. “Se trata de algo muy positivo y largamente esperado”, ha dicho. “Beneficiará especialmente a las especies carroñeras pero también al oso pardo ya que para él sopondrá un suplemento, un recurso alimenticio del que no disponía hasta ahora”, ha señalado Lorenzo.