Con paso firme y decisiones claras UPL en las Cortes autonómicas

El hemiciclo de las Cortes de Castilla y León. // Miriam Chacón / ICAL

Máximo Soto Calvo

Creo haberlo dicho en más de una ocasión, militando ya en esta formación, e incluso en los primeros compases de mi participación en fugaces tareas directivas, que me encontraba entre los reacios a que optara UPL a algún escaño en el ente. Trataré de puntualizar esto, no sin antes decir que el término ente, lo he empleado siempre, y en tanto pueda no daré otro nombre a la Comunidad que nos amarra.

Tenía razones propias de mi sentimiento leonés, del ser leonés comprometido, para no aceptar sentarnos con procuradores en las cortes del ente, pensando que era tanto como someternos al poder castellano inductor aprovechado de todo. Para entendernos, hay una frase coloquial que lo explica con gráfica contundencia: “Era una bajada de pantalones”.

En mi descargo diré, aunque no lo entienda como necesario, que pronto lo que venía ocurriendo en el ente y la propia dinámica de la formación me llevaron al convencimiento de la necesidad de defendernos allí donde se nos atacaba, por ello me volqué en ayudar a conseguir los primeros procuradores autonómicos. Las vicisitudes a cargo de Farto y Otero, los dos procuradores por UPL que se estrenaban en las Cortes autonómicas, es otra historia. Pero hoy diré que mi relación personal con Otero fue buena, y con Asunción Farto, intervine de forma ocasional “en su equipo político”. A ambos les brindé la posibilidad de intervenir en mi libro En busca de un sentimiento llamado leonesismo. Farto sí participó...

La razón de ser y estar en política la formación UPL, y así conformada acceder al ente, ha llevado siempre incorporado un fin primordial: romper las cadenas que otros permitieron que nos amarraran al ente autonómico. Si olvidar dejar claro, en todo momento, que estar en las Cortes autonómicas no es aceptar plenamente la Comunidad; de ahí que la jura del escaño se hiciera “por la autonomía para La Región Leonesa”, una postura clara quedando prestos a actuar en labores de vigilancia, durante una etapa, llamémosla autonómico-vivencial transitoria, en tanto íbamos dando pasos en pos de la desanexión.

Nunca se dijo que fuera corto ni fácil desenmarañar el entuerto. El enquiste del tema leonés en el ente, sin duda deviene en dificultar la salida, pero no porque suponga pérdida de derechos para conseguir la desvinculación, sino porque muy buena parte del pueblo –mal alentado por sus partidos– parece haber asumido aquel infantil dicho: “Cada palomita con su colita”; y la nuestra, la leonesa, era viajar en el rabo de un ente cuyos dirigentes lo llamaban comunidad en tanto practicaban un centralismo feroz, y lo que es peor... ¡Siguen!

En el 'ente' no hay comprensión del problema leonés

No es ni medianamente soportable que hayan venido repitiendo desde el ente, una y otra vez, la imposibilidad de conseguir la desanexión, soltando lo de mapa cerrado. Algo totalmente falso. No muestran ni comprensión del problema, ni voluntad política para afrontarlo, cegados por el centralismo y las partidistas conveniencias castellanas, apoyados insensatamente por los que llamamos políticos leoneses. No valen los mantras infumables. Hay que exigir a los autonomistas del ente acercamiento democrático al pueblo, escuchar y dialogar.

Los tres nuevos procuradores que la formación llevará al parlamento autonómico, una vez mostrada su disconformidad, jurando por lo leonés y no aceptando la medalla autonómica, sin dilación tomarán posiciones defensivas del estatus regional leonés. Labor compartida, labor más sufrida. El “lo vamos a conseguir” de la campaña toca iniciarlo con firmeza.

A través de los medios de comunicación han dado a conocer a los leoneses, pues somos los primeros afectados a quienes nos representan y es bueno que así lo hagan, los “cinco ejes básicos” que han trasladado al señor Mañueco, como candidato a la presidencia, y lo será con el apoyo de Vox, la exigente extrema derecha que no cree en las autonomías... y en más cosas.

Los ejes de la UPL... y el señor Pollán

Pero hoy hablamos de UPL. Su primer eje: “Llevar a efecto el derecho constitucional de la Región leonesa a su propia autonomía, para la que preconizan una administración cercana y eficiente. Es bueno como simple y manifiesta intención.

Para concitar y alertar a la ciudadanía, cuyo aliento se necesita, habrá que remover y potenciar el ser leonés que nos viene dado de origen. También se hará necesario exteriorizar el leonesimo, “jugarlo y conjugarlo”, sin desmayo, en plan pedagógico. Entendiendo el leonesismo como impulso, sí, pero sobre todo como sentimiento vivo de pertenencía a una tierra, a una región, a la que toca defender primero, y poner en valor después. Ya sea desde la personalidad compartida de paisanaje, en vías de recuperación, o desde la vertiente economicista triprovincial favorable, bien significada, para forjar el mutuo acuerdo y la gran conveniencia de la consecución del autogobierno. No doy lecciones reflexiono...

Es evidente que, con quien está ya en la presidencia del legislativo, que es de sobra conocido en Legio, y más allá en el mundo del balonmano, Carlos Pollán, habrá que hablar, o más bien en las Cortes autonómicas que preside, en busca de la modificación del Estatuto marcando unas líneas procedimentales, en lo tocante a la segregación. Si es que éste es el camino que se pretenden emprender para la separación. Quien, por cierto, por ser de León dice saber de Parlamentarismo.

Ya hablaremos.

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