El actual equipo de gobierno, desde su toma de posesión, ha destacado la recuperación de las zonas verdes como una de las medidas imprescindibles. La última obra de este tipo ha comenzado esta semana con la puesta de 29.000 plantas en el talud del Paseo de Papalaguinda. Las plantas aromáticas y de flor –del tipo vivaz, ya que aguantan en los parterres varios años- provienen del vivero municipal: 10.000 santolinas, 5.000 iberis, 5.000 espuelas de caballero, 5.000 espliegos y unos 4.000 diferentes ejemplares de tomillo.
Esta obra se alargará durante más de una semana ya que la superficie total de este talud supera los 8.400 metros cuadrados, pero es prioritaria para el concejal de Parques y Jardines, Julio Cayón, porque “esta zona de Papalaguinda estaba totalmente abandonada. Así que, en cuanto hemos podido hemos acometido este proyecto para que el paseo recupere el aspecto de tiempos pasados”.
Cayón también ha destacado la importancia para el actual equipo de gobierno de restaurar y recuperar las zonas verdes de la ciudad: “Una vez finalizada esta obra comenzaremos a preparar la plantación de la campaña de verano, aunque depende de la climatología, podría estar lista en el mes de junio”.
Y es que los invernaderos del vivero municipal suministran en su totalidad las plantas de temporada necesarias para los parques y jardines de la ciudad; en estos momentos alberga más de 95.000 plantas que serán colocadas cuando finalice su crecimiento.
Este suministro se estructura en dos campañas en función de la época en la que florecen las plantas: la plantación de invierno (que se realiza a mediados del mes de noviembre y cuya floración se prolonga hasta mediados de junio) con una media de 25.000 unidades, y la plantación de verano (a mediados de junio, inmediatamente después de levantar la anterior, y que se prolonga hasta las primeras heladas invernales) con unas 60.000 plantas.
Los jardines de la ciudad que mayor cantidad de planta de flor demandan son el Paseo de la Condesa de Sagasta (11.000), los jardines de San Marcos (3.500), los jardines de La Inmaculada (4.000), el jardín de San Francisco (4.500), la Plaza de Santo Domingo (1.300) y el parque del Chantre, con unas 5.500 plantas.