La oportunidad de los emprendedores

bombilla

I.R.

Un peligro y una oportunidad. La crisis supone para muchos el empujón definitivo para montar ese negocio al que siempre le daban vueltas pero que por falta de tiempo o de valentía nunca llevaron a cabo. Otros se ven directamente abocados a sacarse las castañas del fuego a fuerza de ingenio y dedicación. Con el objetivo de allanar el tortuoso camino que va desde que surge la idea hasta que se materializa, la Cámara de Comercio e Industria de León acoge este martes a partir de las 10 de la mañana el primer foro de emprendedores liderado por la Asociación Voluntariado Senior de Asesoramiento Empresarial (Secot), jornada que cuenta con la colaboración del Centro Europeo de Empresas e Innovación (CCEI).

El encuentro se desarrollará a través de la ponencia de tres emprendedores que montaron o están montando su negocio y que explicarán, en 15 minutos, su experiencia. Tras la exposición, se pasará a un diálogo con los asistentes. El coordinador en León de Secom, Roberto Escuredo, prevé que la mayor parte de las preguntas se orienten a la financiación, el aspecto que más preocupa a los que se inician en este mundo. “Hay que hacer un plan de viabilidad, pero una vez que se ponen las cosas sobre el papel, a veces no es tanto como parecía porque existen alternativas”, comenta.

Escuredo asegura que en los últimos meses han notado un “interés creciente” de personas interesadas en dirigir su propia empresa, algo que considera que está muy ligado a la actual crisis, pero también a un cambio de mentalidad. El tipo de negocios es muy heterogéneo, pero la mayor parte están ligados a iniciativas del sector servicio y que no requieran grandes inversiones.

Los emprendedores

Entre los ponentes de este foro se encuentra José Carlos Moro, uno de los fundadores de Academia Fuero 11 dedicada a la docencia para niños con dificultades de aprendizaje, quien asegura que el mejor consejo que se le puede dar a alguien que empieza es la constancia. “Hay que creer en ello, el problema no está en las ideas sino en las personas”, comenta quien vio nacer su empresa hace ya 18 años. “Fue muy duro, teníamos honorarios muy bajos, el plan de viabilidad no salió como habíamos previsto, pagamos la novatada bajando precios y estuvimos año trabajando 12 horas al día con fines de semana y sin cobrar apenas”, recuerda Moro. Una ayuda del Fondo Social Europeo, y sobre todo el apoyo económico y moral de su familia fue clave para seguir adelante. Moro cree que el contexto no ha cambiado tanto desde hace dos décadas y asegura que “ahora existe mucha más información técnica y puntos a los que acudir para asesorarse”.

Los errores que cometieron han sido el mejor aprendizaje para Moro y su socio porque si algo tiene claro que tanto la virtud como las dificultades residen solo en la persona que emprende. “Si nos empeñamos en quejarnos de lo mal que nos tratan las instituciones, los bancos, no haremos nada”. A día de hoy aun no conoce un fin de semana completo de descanso, pero no se arrepiente al echar la vista atrás. “Soy afortunado porque me puedo dedicar a lo que realmente me gusta y a lo que me hace crecer como persona y como profesional”.

A punto de ver el resultado de todos sus esfuerzos está Jorge González, otro de los ponentes y promotor de un laboratorio de diagnóstico anatomopatológico, Micros Veterinaria, que echará a andar previsiblemente en mayo. “Lo más difícil es planificar todo, enterarte de dónde hay que acudir a por las subvenciones y llevar a cabo los trámites burocráticos”, comenta, aunque reconoce que en su caso la Universidad de León a través de la Fgulem fue de gran ayuda.

El caso de Sebastián Arancio es diferente. Él no ha montado ninguna empresa pero desde su cargo de director técnico corporativo de Telemark Spain se encarga de buscar nuevos mercados. Ya lo ha hecho en Colombia, Paraguay y Perú y lo que ha aprendido es que “en cada lugar se hacen las cosas de una manera”, por lo que es útil observar y adaptarse aunque después se le pueda dar un toque más persona. “El mejor consejo que puedo darle es que no hay que tener miedo, es importante arriesgarse”, asegura.

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