El segundo y definitivo adiós del sabor leonés en las cocinas de MasterChef abre la guerra
Unas verduritas para empezar el programa. Los aspirantes debían de elaborar un plato vegetariano para valorar el producto de la tierra, lo que los entendidos denominan “Slow Food”. Para ilustrarles les visitó Macarena de Castro, del restaurante “El Jardín” de Mallorca, y junto con el chef Jordi les enseñó un par de técnicas curiosas para poder aplicar a sus platos. El nivel está alto y como tal el premio de esta prueba era nada más y nada menos que un delantal dorado que colocaría directamente en la semifinal.
Para dar el tono en esta cata contaron con cantantes de la talla de Diana Navarro, José Mercé, Pablo López, Antonio Carmona, La Niña Pastori, Manuel Carrasco y Antonio Orozco. A pesar del ambiente con ritmo distendido David, el estudiante INEF en la Universidad de León y descendiente de Villafañe, creó una elaboración con una impregnación que no le hizo mucha gracia ni al cantante Pablo López, que disimuló con mucha elegancia, pero ya fue el chef Jordi el que puso el toque agrío: “un viaje a ninguna parte, Melón... Quieres hacer técnicas sin entenderlas y eso será un viaje... a tu casa”. Así que se fue con la música a otra parte con más pena que gloria delante de cocinas. La ganadora del ansiado delantal fue la gemela Virginia, con el que señalaron como el mejor plato de la cuarta edición de MasterChef, y el segundo capital para la prueba de exteriores fue Ángel por una marcada mejoría en su cocinado.
Después de una dieta sana toca lucir palmito en una regata en Mallorca. David terminó en el equipo de Ángel y José Luis, haciendo que se convirtiera en una batalla de sexos. Además fue nombrado como relaciones públicas para tomar los pedidos por teléfonos. En los menús había platos de diferentes nacionalidades para atender a los clientes españoles, ingleses y alemanes. Muchas elaboraciones para sólo tres personas por equipo, el de David se encargó de los alemanes y mallorquines mientras que el de las chicas preparaba platos ingleses y madrileños, con postres incluidos.
La ganadora de MasterChef 2, Vicky, echó una mano a los dos equipos con varios consejos porque sería catadora y quería degustar platos de calidad. El resto de los comensales les esperaban en distintos barcos atracados en el puerto, entre los que había otros chefs, futbolistas, modelos, presentadoras, políticos... La diferencia entre los equipos sobre todo en la organización posicionó a las chicas las claras vencedoras, impidiendo que viéramos un duelo entre las dos andaluzas y quitando la posibilidad de separar a las gemelas. David se la vuelve a jugar en la última mano.
En la prueba de eliminación el mar llega a las cocinas de Masterchef. Las chicas andaluzas antes de subir a la galería tuvieron que designar un pescado a cada aspirante, para ello contaron con la ayuda del Ángel León, chef del restaurante Aponiente. La morena se la endiñaron a Ángel, el sable se lo colocaron a José Luis y a David le tocó el sapo. El chef experto en los productos marinos les dio unos consejos de cómo cocinarlos por su considerada dificultad. “Maldad” ha sido la definición que han hecho los concursantes en la elección de los pescados más complicados, ya que la competición no es contra ellas, habría un eliminado igualmente aunque utilizaran un producto más común para poder disfrutar durante su preparación, así sería la calidad y no la suerte la que determinara al mejor.
Además de tener que trabajar con un producto de gran dificultad, aunque según los chefs el más sencillo era el que le correspondía a David, los chicos debían realizar tres platos en tiempos de 30, 20 y 10 minutos. Los jueces después de probar los nueve platos el peor parado fue el descendiente leonés con la frase lapidaria “Te falta cocinar”, esta vez procedía de Samantha. Por segunda vez David vuelve a abandonar MasterChef 4 con su ya famosa sonrisa, pero sin posibilidad de regresar, por lo que los jueces le dedicaron unas motivadoras palabras por su gran evolución, sobre todo Jordi que le invitó a pasarse por sus cocinas.
