No olía bien para Sonia e Ylenia en Pekin Express

Ylenia y Sonia, participantes de Pekín Express, en La Sexta.

Nuria V. Martín

Recordemos que las astorganas llegaron en último lugar en el anterior programa de televisión Pekin Express. Tuvieron la suerte de que el papel del sobre negro era verde y se salvaron de la expulsión, pero la moneda de cambio para poder continuar en la carrera han sido 16 kilos de pescado podrido. Su peso y sobre todo su olor las han acompañado durante toda la tercera etapa de la carrera.

Por su apestoso hándicap madre e hija tuvieron muchos problemas para conseguir transporte que las llevara de un punto a otro por la isla de Sri Lanka. A pesar de él no fueron las últimas de firmar en el libro rojo, aunque tampoco estaban entre las tres primeras parejas para jugar la inmunidad. Inmunidad que consiguieron los primos frikis pescando con una ancestral técnica más rápido que los blogueros y los desconocidos, que se confundieron contando y se creyeron ganadores dejando de competir antes de completar la prueba.

Nuestras leonesas se libraron del poder decisivo de los primos de retrasar a las otras tres parejas en la siguiente fase teniendo que recorrer un tramo de la ciudadela andando en vez de en bicicleta, como les pasó a los aristócratas y las pulpeiras, ya que los desconocidos, también penalizados y elegidos por la asamblea como ovejas negras, se descolgaron de la carrera por un ataque de nervios de Quintín.

Durante el tramo en bicicleta Sonia e Ylenia se quitaron el peso de los peces, pero poco después tuvieron que recogerlo para buscar transporte. “Las indeseables”, como así se autodenominó Sonia, se vieron obligadas a abandonar los kilos de pescado, asumiendo que serían expulsadas sin salvación posible por saltarse las normas. Pero si algo tienen las astorganas es suerte, ni por incumplir las bases del programa ni por llegar las últimas otra vez serían expulsadas. El definitivo abandono del programa por parte de los desconocidos, por los problemas de salud de Quitín, las volvió a incorporar a la carrera para que fueran las ocho parejas necesarias. Eso sí, de nuevo empezarán con un hándicap pero esta vez mucho más extremo. Veremos si la suerte les sigue acompañando hasta la meta.

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