Nuevo convenio para el sector de la pizarra con subidas del 0,25% en dos años

Cantera de pizarra en La Cabrera. Imagen de ElCabreirés.com

D. Álvarez/ ICAL

La patronal del sector pizarrero en Castilla y León, Apical, y los representantes sindicales de UGT firmaron este viernes en la Cámara de Comercio de Ponferrada el nuevo convenio colectivo que dará cobertura a los cerca de 2.500 trabajadores de la pizarra del Bierzo y La Cabrera. El acuerdo incluye subidas salariales del 0,25 por ciento de cara a 2016 y 2017 y del 0,5 por ciento en 2018, lo que provocó que el sindicato CCOO, con una representación cercana al 10 por ciento del sector, no quisiera sumarse a la firma del nuevo convenio. “Es un convenio positivo, acorde a los tiempos de incertidumbre que vive el sector, que da estabilidad y continúa en la misma línea que anteriores acuerdos”, explicó el presidente de Apical, Eliseo López.

En este sentido, el presidente de la patronal pizarrera valoró que “lo más importante es la garantía de estabilidad de las empresas y de las plantillas” y celebró que “el convenio nos da garantía de estabilidad a tres años vista en las zonas rurales donde están las explotaciones”. López recordó que “el Brexit afectará al sector porque la depreciación de la libra afectará a la capacidad de compra de los almacenes del Reino Unido, el mercado que mejor se estaba comportando, lo que probablemente conllevará un descenso en las exportaciones”.

Por su parte, el secretario provincial de MCA-UGT, Manuel Luna, subrayó que el acuerdo es “lo menos malo, lo que se ha podido conseguir”. “No es para sentirse satisfecho respecto a los incrementos salariales, pero el mejor acuerdo es aquel en que ninguna de las dos partes queda satisfecha”, recordó Luna. El representante de UGT en el sector valoró que el convenio permitirá que “en estos tres años se consolide el sector” y subrayó el “compromiso verbal” de la parte empresarial para mantener puestos de trabajo y para tener en cuenta la actitud de los trabajadores cuando la situación mejore.

En este sentido, Luna resaltó que el sindicato fue “realista y consciente de la situación del sector” durante las negociaciones del nuevo convenio y destacó que existen dos cuestiones que condicionan la comercialización de pizarra, como son la amenaza del Brexit y la venta del grupo Cupa al fondo inversor Carlyle. Luna admitió que la operación provoca “recelos” en los trabajadores aunque subrayó que “se trata más de una aportación de capital porque la estructura directiva se mantendrá”.

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