Dulces personalizados, la repostería hecha arte

Golden Cupcake. Emprender en la crisis

I.R.

Cupcakes, bundt cakes, tartas personalizadas, donnuts decorados... Golden Cupcake ha abierto sus puertas con una atrevida oferta en el centro de la capital leonesa de las manos de María José y Toñi. La primera tenía una tienda de ropa, pero al ver que ese negocio funcionaba cada vez peor, decidió asociarse con la segunda -su cuñada- e inaugurar un establecimiento en el que la repostería se convierte en un arte. Bueno por dentro, pero atractivo también a los ojos golosos. Toñi lleva años vinculada al mundo de la hostelería y tiene experiencia en este mundo, así que no les ha costado mucho poner este nuevo negocio en pie. “Al mes de cerrar la tienda de ropa, ya abrimos esta”, explica María José.

Toñi cuenta que ella ya elaboraba este tipo de repostería a nivel personal, para amigos y familia, pero al ver que tenía éxito entre ellos se lanzaron a hacerlo para todo el público.

Es prudente, no obstante, porque aunque sabe que los cupcakes ahora se han puesto de moda, opina que la gente aun no está acostumbrada. “No es lo tradicional, por lo que hay que ir introduciéndolo poco a poco”, comenta.

Tienen de café, de yogur, de manzana, chocolate... pero cada semana ofertan solo tres sabores, que varían a la siguiente para evitar la monotonía. No es lo único que ofrecen, tienen también galletas con o sin decorar -las moldean con todo tipo de formas e imágenes-, las donas -una especie de donuts con ornamento- o los dunis -algo similar a las donas, pero en miniatura-.

Además de las propuestas diarias, su plato fuerte es la confitería por encargo. Desde tartas para bodas, comuniones y bautizos hasta cualquier cumpleaños o fiesta.

Para peticiones de este tipo, el cliente les cuenta la idea que tiene en la cabeza y llegan a un acuerdo de cómo hacerlo. Según explica María Teresa, lo mínimo que necesitan son 15 días, pero si la demanda es muy elevada, el tiempo de espera puede aumentar más.

Cursos

En septiembre comenzarán también con cursos para quien quiera aventurarse en este mundo. Calculan que en el mes de julio tendrán disponible el calendario y habrá de dos tipos. Uno intensivo, en el que probablemente alumnos y profesores coman juntos, y el de media jornada, con una pausa para el café. Los utensilios que cada uno utilice en estas formaciones correrán a cargo de Golden Cupcake y tras el curso se los podrán llevar a casa después para experimentar lo aprendido.

Golden Cupcake se encuentra en el número dos de la calle Alférez Provisional. Es fácil de reconocer por su toque 'british' y su colorido, pero María Teresa advierte de que no va a ser siempre igual porque el escaparáte, que será temático, variará cada mes. “Esto todo es un arte, si tú haces un buen pastel pero no lo colocas en un buen lugar, no consigues nada”, afirma.

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