Cuando tus manos son tus ojos

La sensibilidad de las manos servirá para sustituir a los ojos

Antonio Vega

En total son ocho invidentes que desde hace meses participan en este proyecto científico que tiene por finalidad que los ciegos puedan recuperar la visión de forma total o parcial. El proyecto está dirigido por el Catedrático de Neuropsicología de la Universidad Complutense de Madrid Tomás Ortiz y ha sido publicado en la revista científica PLoS (Public Library of Science).

Aunque suene a ciencia-ficción la idea esencial del proyecto es muy sencilla, aunque su desarrollo un poco más complicado. En realidad las imágenes que vemos las genera nuestro cerebro, es decir, quién ve por nosotros es el cerebro usando como transmisor a nuestros potentes ojos. El ojo es la puerta de entrada por la que ingresan los estímulos luminosos que se transforman en impulsos eléctricos gracias a unas células especializadas de la retina que son los conos y los bastones. Luego el nervio óptico transmite los impulsos eléctricos generados en la retina al cerebro, donde son procesados en la corteza visual. Cuando nuestros ojos dejan de funcionar correctamente esa zona del cerebro se “adormece” y por lo tanto dejamos de ver.

Ahí surge la investigación, en cómo volver a estimular el cerebro para que pueda volver a ver. Se buscaron diferentes zonas del cuerpo con muchas conexiones nerviosas desde las que se fuera capaz de estimular la zona del cerebro que se ocupa de la visión. De entre todas las alternativas como lengua (objeto de una investigación militar sobre visión nocturna en el Reino Unido) o el vientre se escogió la palma de la mano como lugar donde iniciar la estimulación táctil para recuperar la visión.

Si tenemos los ojos estropeados se trata de buscar alternativas para que el cerebro vea

El objetivo del estudio es desarrollar un equipo de visión táctil que se compondría, como el actualmente en desarrollo, de unas gafas con una cámara y un estimulador, que a medio plazo podría ser una pulsera situada en el entorno de la muñeca. El estimulador reproduce los objetos que detecta y enfoca la cámara y envía esa imagen al cerebro que la interpreta y hacer “ver” la misma al usuario. De esta forma el grupo leonés ya puede distinguir líneas y formas simples hasta una distancia de 8 metros, verlos en blanco y negro como trazos en una pizarra. Uno de los usuarios iniciales del estudio ya puede incluso distinguir a diferentes personas a corta distancia.

La teoría científica dice que cuanto más perfecta sea la cámara y más desarrollado sea el software mejor visión serán capaces de tener los usuarios. Incluso podrían ver mejor que los videntes en otras condiciones como las nocturnas contando con cámaras de visión nocturna y un software desarrollado “ad-hoc”.

El proyecto español ha sido diseñado con la ayuda de la Comunidad de Madrid, la Fundación Esther Koplowitz, el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y la Fundación Mutua Madrileña y planea comercializar un kit de visión táctil en unos meses para ir mejorando su desarrollo y contribuyendo a que los invidentes por fin puedan ver, en esta ocación a través de las manos.

Visión Táctil from ileon.com on Vimeo.

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