Con las maletas de Massachusetts... a León

Kyler Canastra

Marta Cuervo

“El tren aminoraba, y a lo lejos ya descubrí la ciudad, mi querida ciudad. Por fin había llegado el momento. Después de haberla abandonado hacía tres años, y tras tres semanas en otra localidad cercana, parecía que me recibía de nuevo, con los brazos abiertos. Al bajar de mi vagón mi alegría se vio desbordada cuando reconocí entre los viajeros, y la gente que les espera, a unos amigos en la estación, que habían venido a buscarme. Pero la emoción pudo con mi entereza cuando la vi a ella, tan majestuosa, tan preciosa y firme como siempre. Volver a encontrarme con la Catedral inundó de lágrimas mis ojos. Sentí entonces que nunca me había ido. León es mi sitio, León es mi hogar.”

Con 20 años, Kyler se hizo las maletas desde su pueblo Rochester, en Massachusetts, para venir a cursar un año de su carrera en la Universidad de León. Así a través del programa Erasmus, y gracias a la promoción que recibió en su universidad americana -College of the Holy Cross, en Worcester-, por parte de los auxiliares de conversación española que eran leoneses, Kyler descubrió León. Según asegura el estudiante de Filología Hispánica e Historia, a los pocos días de llegar ya se había enamorado de la ciudad.

“Siempre quise y pensaba en volver. Acabé la carrera en EEUU y me planteé regresar a España. Así, el año pasado, encontré un programa del Ministerio de Educación que ofertaba plazas por España para auxiliares de conversación”, explica. Kyler solicitó el programa, que le obligaba a seleccionar sus destinos por comunidades autónomas y no por localidades.

“Escogí País Vasco, después Castilla y León, y Galicia, y me dieron la plaza en Valladolid. Contento porque era una nueva experiencia en Valladolid, cuando empezó el curso me di cuenta que quería volver a León, porque tengo todos mis amigos aquí, también mi familia de acogida de mi año de Erasmus. Aquí me siento como en casa”.

Gracias a su empeño, Kyler está de vuelta y trabaja como profesor de conversación y lector de inglés en el Instituto de Educación Secundaria Eras de Renueva. Este joven filólogo ya había trabajado antes de venir a León como profesor de inglés como segunda lengua para inmigrantes. “Hay muchas diferencias a nivel laboral entre EEUU y España. Aquí la vida es más tranquila, allí estamos muy agobiados y preocupados por el dinero. En el trabajo, de jornda continua, sólo hay un descanso para comer, pero se come en el trabajo. Aquí mi horario es diferente, más flexible, salgo a las 15 y puedo comer en casa tranquilamente”.

En cuanto a la educación, a Kyler le llama mucho la atención el trato alumno - profesor. “En España es más informal, los estudiantes llaman al profesor por su nombre. En EEUU nunca jamás se haría, siempre con 'Mister' delante”.

EEUU: más trabajo, más oportunidades. León: más derechos, mejor calidad de vida

El salario es más elevado en EEUU, pero también se gasta más. “La vivienda es muy cara, y las distancias te obligan a comprar un coche y gasolina, al final más gastos. Yo gano menos aquí pero vivo mejor”, confiesa. Kyler considera que también existen más derechos en España, y más sindicatos. “Nunca he trabajado en la Escuela Pública en EEUU pero me sorprendió que un profesor aquí sea funcionario, eso en EEUU no existe. Hay exámenes, oposiciones para cada Estado, pero el trabajo no es permanente. Me chocó porque hay gente de mi edad que no encuentra trabajo porque ya hay muchos funcionarios, en cambio yo tengo primos que al terminar la universidad encuentran trabajo sin problemas. Eso en León, en España, me parece complicado”.

Lo que más le gusta a Kyler de León es la cultura de las tapas, poder salir cualquier noche de la semana con amigos, eso en EEUU no existe. “Me enamoré del Húmedo, del Romántico. En León la gente es muy amable, mucha gente dice en España que la gente del norte es muy fría, no estoy de acuerdo. La gente hace que me sienta cómodo, puedo hablar con cualquier persona y me ayudan con mis preguntas y mis dudas. A veces es difícil vivir en un país extranjero y aquí para mí todo es más fácil. Tengo amigos para toda la vida”, declara.

En su pueblo, Rochestter, de unos 5.000 habitantes, Kyler vive en una casa “muy americana” con jardín y mucho bosque en los alrededores. “Pero desarrollo la vida en la ciudad. Para visitar a un amigo, hacer la compra o ir al cine tengo que conducir 25 minutos, es algo que no me gusta de mi zona. Aquí salgo de casa y voy andando a cualquier sitio”, diferencia el profesor de español.

Por el contra Kyler echa de menos a su familia, a sus padres, hermana y amigos, y “la crema de cacahuete”, bromea. “No pienso mucho en lo que echo de menos, sé que estoy aquí, pero no sé hasta cuando, por eso aprovecho cada día”.

Kyler se ha convertido en un leonés más, que vive y disfruta de la ciudad. “Cuando salgo del Instituto doy clases particulares, voy al gimnasio y a clases de portugués en la Escuela de Idiomas. También trabajo para mi universidad en EEUU, soy el consejero cultural de cuatro chicos del College of the Holy Cross que estudian en León, y me encargo de llevarles a eventos de música y arte. Además, trabajo con la ULE en relaciones internacionales para entrevistar a futuros lectores de inglés”.

El siguiente paso de este dinámico joven es realizar un máster en lingüística aplicada, pero todavía no ha decidido el destino. “Pensé que al acabar la carrera volvería un año a España para quitar esta 'enfermedad' que tengo con este país. Pero sigo aquí, y cada día me gusta más”, finaliza Kyler.

Etiquetas
stats