Leoneses en Cataluña ante el debate de la independencia

Natalia (leonesa) con su marido Sergi (catalán), en Barcelona.

Isabel Rodríguez

El debate sobre la independencia de Cataluña ha centrado la campaña de las elecciones autonómicas que se celebran este domingo. Dos años antes de lo previsto, dos meses y medio después de la multitudinaria manifestación de la Diada y con el objetivo de Artur Mas (CIU) de organizar un referéndum, si sale elegido, para preguntar a la ciudadanía si desean que Cataluña sea un estado independiente dentro de la Unión Europea. En los años 60 Cataluña fue elegido como uno de los principales destinos de los leoneses; desde entonces muchos han sido los que han encontrado allí una oportunidad. ¿Qué piensan ellos?

Natalia y Sergi, matrimonio leonés-catalán

Natalia Núñez, bañezana de 28 años, llegó a Gerona hace ocho y asegura que entonces se encontró con “una gran barrera idiomática”. La decisión de apuntarse a uno de los cursos gratuitos de la Generalitat la tomó al salir de una tienda en la que se negaron a atenderla en castellano. “Tengo que decir que de una vez que me pasó esto, 50 me ocurrió lo contrario, pero Gerona no es Barcelona, aquí la mayor parte de la gente habla en catalán”. Aprendió sin dificultad y ahora se comunica en esta lengua con muchas personas, entre ellas Sergi, su marido.

Artur Mas se está aprovechando de la situación para que la gente se olvide de los recortes

Él es de Barcelona y está convencido de que la independencia favorecería a Cataluña porque considera que la comunidad aporta al resto de España más de lo que recibe. “Con la independencia, en años pasaría a tener superávit en muchas de sus competencias”, asegura. Esta convicción choca con el escepticismo de Natalia. “Nos lo están poniendo todo muy bonito, que si dejaremos de tener tanto déficit, que si bajará el paro... no creo que sea tan fácil”, comenta. En su opinión, Mas no organizará nunca un referéndum, “simplemente se está aprovechando de la situación para que la gente se olvide de los recortes”. En cualquier caso, estaría a favor de una consulta popular. “Sabemos qué grupos políticos están a favor y cuáles en contra, pero no conocemos la opinión de la gente”, analiza. De hacerlo, cree que ganaría el “sí”, reforzado por el hastío de la gente con los recortes económicos, pero también ve que “bajo la bandera del independentismo se esconde más un sentimiento que una solución para esta situación de crisis”.

Declaraciones como la de españolizar a los niños catalanes aumenta las ganas de separarse

Para Sergi hay más razones que las económicas. “España no respeta ni nuestra cultura ni nuestra historia, es un derecho recuperar lo que se nos ha estado quitando durante muchos años”. Para él, declaraciones como la del ministro Wert sobre “españolizar a los niños catalanes” no hacen más que incrementar “las ganas de separarse”. En cualquier caso y precisamente por estar convencido de que a Cataluña le “iría mejor sola que adherida al estado español”, sabe que no será fácil. “No dejarán que seamos independientes, pero lo intentaremos con todas las fuerzas legales que podamos”, asegura. En lo que no confía es en la estrategia de Mas, del que opina que está realizando una “maniobra de distracción de los verdaderos problemas”. “En mi opinión lo que quiere es la mayoría absoluta para gobernar a sus anchas, yo no creo que sea capaz de organizar un referéndum, nunca antes le había escuchado hablar de independencia... ¿y ahora sí?”

Estefanía, de Madrid a Barcelona

Estefanía García, leonesa de 28, trabaja desde febrero en Barcelona, cuando su empresa de Madrid para la que trabaja como social media analyst, decidió ampliarse. Recuerda que en su entorno de amistades lo primero que le dijeron fue: “Es catalán cualquiera que vive y trabaja en Cataluña”. Ella también se ha interesado por aprender la lengua, sobre todo por motivos profesionales, aunque asegura que conoce gente que a pesar de llevar toda la vida, no lo habla.

En su opinión, la campaña “ha sido más tranquila que todo el ruido que se montó alrededor de la Diada”. ¿Independencia? En estos momentos le resulta una opción “improbable”. “Como española no me gustaría, entiendo algunos de sus argumentos pero no los comparto al cien por cien”, comenta. Eso sí, confiesa que siente “cierta envidia” al ver “el sentimiento que comparten los catalanes para luchar juntos” y cree que “si lo tuviésemos todos, las cosas serían diferentes”.

A Artur Mas lo tilda de “inteligente”, precisamente porque “intenta aprovechar un momento de debilidad para sacarle rédito”. Al igual que Natalia, no ve problemas en que se celebre un referéndum. “Estoy a favor de cualquier herramienta democrática, lo que me genera dudas es por qué en España nos dan tanto miedo”, comenta.

Joaquín, medio siglo en Cataluña con el corazón leonés

Joaquín González, el presidente del Centro Leonés en Barcelona, lleva 50 años en la ciudad condal, donde llegó cuanto no tenía más que 22. Ni su mujer ni él hablan catalán, pero asegura que nunca les ha supuesto ningún problema. De independencia no quiere ni oír hablar. “Supondría la ruina para Cataluña, al menos en un corto y medio plazo”, asegura. “España no nos apoyaría y Europa ya ha dejado muy claro que tampoco, para entrar en la Unión Europea hay que cumplir unos requisitos y hay muchos a la cola”, añade este empresario leonés.

Joaquín desconfía de las cifras que los mossos dieron sobre la asistencia a la manifestación del 11 de septiembre. “No creo que hubiera un millón y medio, pero aunque así fuera quedamos siete millones sin decir ni pío, los que salieron a la calle son solo una pequeña representación”. Lo peor –en su opinión- es que con el discurso independentista están “tapando agujeros” y escondiéndose de los principales problemas. “Llevamos un mes y medio con huelga de autobuses, las farmacias no cobran, los hospitales cierran plantas... pero aquí con echar la culpa de todo a Madrid y al Gobierno lo arreglan”, afirma.

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