“Nunca he tenido miedo, respeto mucho”

Laura Martínez, directora de deportes de Cadena SER

Isabel Rodríguez

Desde pequeña vivió en un pueblo de Tarragona, pero por sus venas corre sangre leonesa. De Castrillo de los Polvazares, el pueblo de su abuelo paterno; y de Brazuelo, el de su abuela materna y en el que Laura Martínez ha pasado todos los veranos desde que tiene uso de razón. El único que le pusieron falta fue el pasado, cuando tuvo que viajar a Sudáfrica para cubrir el Mundial de fútbol con la cadena SER. Desde agosto ocupa en esta emisora el puesto de directora de deportes.

¿Cuáles son los recuerdos más fuertes que guardas de León?

Tengo muchísimos... la gente que conoces, los amigos que haces durante los veranos, las excursiones con hermanos y padres siguiendo el Camino de Santiago, el castillo, las Médulas, Foncebadón, ir a León a tomar tapas y comprar cecina... pero sobre todo lo relaciono con desconectar, con el descanso y con poder ir a un sitio donde se respira aire puro y se ven las estrellas por la noche.

¿Siempre tuviste esa inquietud por el periodismo deportivo?

Mi afición era por el periodismo en general y me gustaba mucho la radio. Era cuando empezaban programas como El Larguero, El Carrusel y me aficioné porque me gustaba mucho el deporte. Después cuando hice prácticas las hacía de información general. Al terminar la carrera, en las prácticas de Radio Barcelona estábamos tres chicas y una tenía que ir a deportes. Las otras dos dijeron que ni locas y a mí no me importaba. Estuve seis meses y me gustó mucho, después me trasladaron a Reus, donde estuve haciendo informativos, pero más tarde volví a Barcelona y me centré en los deportes, con lo que disfruto más.

¿Por qué?

Por el hecho de haber pocas malas noticias y trabajar siempre en un ambiente positivo, dinámico, en el que quieres contar victorias y en el que lo más trágico que puedes contar es una derrota, pero sobre todo porque me gusta mucho el deporte y he tenido la oportunidad de presenciar acontecimientos que siempre veía por la tele.

Cuando te nombran jefa de Deportes de Radio Barcelona, eras muy joven. ¿Te esperabas algo así?

Casi nunca me he esperado nada de lo que me ha ido pasando. Era muy joven pero también empecé muy temprano, desde los 19 años compaginaba la carrera con prácticas en radios. He ido conociendo todo, he hecho tareas diferentes y sí, es importante que te conozcan y demostrar que vales, pero también es importante estar en el sitio y en el lugar adecuado. Al llegar a Madrid o a Barcelona, mucha gente me preguntaba si tenía miedo. Miedo no, respeto mucho. Porque si una cosa la afrontas con miedo no te va a salir bien. Siempre, en todo lo que he hecho me he dejado ayudar por la gente que me rodea.

Y en Madrid, jefa de deportes de la Cadena SER, mayor responsabilidad...

Mayor porque tienes un equipo más grande y coordinar más deportes y más equipos, pero todo lo que hice en Barcelona me sirvió de master. Es verdad que ahora te das cuenta de que te observa mucha más gente, no te acabas de acostumbrar a que tanta gente esté pendiente de ti, pero bueno, siempre que tienes un gran equipo detrás, no hay problema. Yo me he sentido muy acompañada, había gente que ya conocía.

¿Esto te ha hecho alejarte más de los campos?

Sí, estuve 10 años haciendo el inalámbrico del Barcelona y viajaba a todos los partidos en casa y fuera de casa. El hecho de irme a Madrid podría haber hecho que no compaginara nada y me dedicara exclusivamente a la gestión, pero quise seguir en los campos. No puedo tanto como antes, pero no lo he querido dejar porque es en el campo donde te das cuenta de los problemas y donde te das cuenta de la radio tal y como es.

¿En qué crees que se ha notado tu presencia durante este año al frente de los deportes?

Con la presencia de una persona no vas a ningún sitio, vas a algún sitio con un equipo y yo de lo que me he encargado ha sido de coordinar este equipo. Ahora ya no estamos organizado la final en Wembley de dentro de dos semanas, sino los Juegos Olímpicos de Londres, la próxima Eurocopa... Este trabajo gris de estar detrás requiere mucho esfuerzo.

Entre todo lo que has hecho, ¿te quedas con el mundial de Sudáfrica?

El mundial fue especial porque además ganó España, y porque fue en Sudáfrica, un país diferente. Pero también estuve en los Juegos Olímpicos de Pequín que me marcaron mucho por el acceso a la información, algo que en el mundo del fútbol es mucho más complicado porque hablamos de estrellas mundiales, de 11 tíos seguidos por 22 radios. En los Juegos Olímpicos, los atletas terminan los 100 metros y tienes posibilidad de hablar uno por uno con ellos. También estuve en la Eurocopa cuando ganó España, creo que me quedo con todos.

¿Cómo te has aislado de toda la guerra SER-COPE?

Con periodismo y trabajando. Cuando yo empecé se había cerrado un telón y se había abierto otro, y tenía un equipo detrás para tirar adelante y un proyecto que me ilusionaba muchísimo. Si hiciera caso de todo lo que se publica, no tendría tiempo y estaría más preocupada del exterior que de lo que me tengo que dedicar.

¿Qué función pública deben tener los periodistas deportivos?

Más que pública, el periodismo en todos sus ámbitos no ha de olvidar nunca la función social. A veces en el día a día eso no es posible porque tú lo que haces casi es entretener, contar lo que está pasando a miles de aficionados que lo que quieren es pasárselo bien como para ponerse a escuchar radio deportiva y que le dé más problemas.

Pero siempre tienes la posibilidad de realizar una función social, con temas como acordarse de Lorca a través del equipo de la ciudad más cercana, contando historias de deportistas que lo han pasado mal, alguno que se retira y ha rehecho su carrera, quitando trascendencia a un periodista que hace unas declaraciones equivocadas, no hay que olvidar que para muchos niños son sus estrellas.

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