Las 'Lágrimas de San Lorenzo' reaparecen con más fuerza

C. Lozano Gallego / Instituto Geográfico Nacional

La lluvia de estrellas de las Perseidas, también conocidas como 'Lágrimas de San Lorenzo', es uno de los fenómenos astronómicos más populares por suceder en verano y producir un gran número de meteoros -estrellas fugaces- brillantes.

El pasado año 2011 la luna llena impidió su observación, aunque este año recibiremos al satélite en su fase menguante, lo que “no será perfecto pero sí supondrá unas condiciones óptimas para observar las Perseidas”, informa el Instituto Geográfico Nacional.

El mejor momento para observar las Perseidas “será la noche del 12 al 13 de agosto, aunque la noche anterior y la posterior también serán buenas”. Para evitar la luna, informa el IGN, “es mejor observar en la primera parte de la noche, una vez que el cielo esté oscuro”.

¿Qué son las Perseidas?

La lluvia de Perseidas es una lluvia de meteoros -estrellas- que sucede todos los años hacia el 12 de agosto. Este fenómeno se produce cuando nuestro planeta cruza la órbita del cometa 'Swifg-Tuttle', que tiene un período de 130 años y que pasó cerca del Sol por última vez en 1992. Esta órbita está llena de partículas pequeñas (como granos de arena o menores de tamaño) que han sido liberadas por el cometa en sus pasos anteriores. Cuando una de estas partículas, que formaron en su día la cola del cometa, entra en la atmósfera terrestre, la fricción la calienta de tal manera que se vaporiza a gran altura (unos 100 kilómetros). Durante unos segundos, la partícula brilla como si fuera una estrella, y por eso este fenómeno recibe el nombre popular de 'estrella fugaz'. “No se trata por tanto de una estrella sino de una partícula de polvo incandescente”, informa el Instituto Geográfico Nacional.

¿Qué hacer para ver las Perseidas?

El lugar de observación puede ser cualquiera con tal de que proporcione un cielo oscuro. Es preferible observar desde un lugar que tenga pocos obstáculos para la vista (como edificios, árboles o montañas), y no utilizar instrumentos ópticos que nos limiten el campo de visión. Aunque las Perseidas parecen venir de la constelación de Perseo (de ahí su nombre), se pueden ver en cualquier parte del cielo. Lo más cómodo es tumbarse y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad. En caso de presencia de la Luna, se recomienda mirar en dirección contraria, hacia la zona de cielo más oscura.