Juzgan a los responsables de crear un entramado empresarial y estafar 446.500 euros en carnes, jamones y vino

Foto de archivo.

Cuatro acusados se enfrentan a una pena conjunta de 14 años y cuatro meses de cárcel (tres años y siete meses para cada uno de ellos) por utilizar un entramado empresarial con el objetivo de obtener un beneficio patrimonial ilícito adquiriendo al por mayor distintos alimentos, entre ellos carnes, jamones, embutidos y vino, y no abonar su precio. Además, tendrán que pagar una multa de 3.000 euros y en concepto de responsabilidad civil hacer frente a la cantidad estafada. En total están acusados de estafar a distintos proveedores una cantidad superior a los 446.5000 euros.

La Audiencia Provincial de León acogerá el próximo 27 de noviembre este juicio en el que los cuatro acusados se enfrentan a un delito continuado de estada agravado que pusieron en marcha utilizando una nave en Villadangos del Páramo equipada con instalaciones frigoríficas, lugar en el que se depositaban las distintas mercancías que les servían distintos proveedores a los que no abonaban las facturas.

Según las calificaciones provisionales de la Fiscalía a las que ha tenido acceso este periódico, uno de los acusados C.G. junto a otra persona C.A.S. (que se encuentra en paradero desconocido) adquirieron todas las participaciones de la empresa Gravicar SL dedicada a la venta al por mayor y menor de carnes y pescados y con sede social en Madrid. C.G. fue nombrado administrador único y después sustituido en el cargo por otro de los acusados, D.L.

De esta manera y sirviéndose de este entramado societario, los acusados C.G. y D.L. se pusieron de acuerdo entre ellos y con el acusado J.A.N para, guiados por el ánimo de obtener un beneficio patrimonial ilícito, no abonar el precio de los suministros de carnes, jamones, embutidos y vino, que les harían los proveedores, además sumaron a sus propóstos al cuarto acusado M.A.F. que entró a formar parte de Gravicar SL como comercial.

El escrito de la Fiscalía recoge que los cuatro procesado, valiéndose de esta infraestructura y ganándose la confianza de los suministradores, a quienes pagaron puntualmente los primeros pedidos servidos, decidideron de forma compartida no abonar el precio del resto de encargos.

De esta manera, a un mayorista de carne de cordero le causaron un perjuicio de 109.274 euros; a una mercantil de jamones 66.795 euros; a una bodega un perjuicio económico por valor de 19.849 euros y a sendos proveedores de carne les adeudaron 239.232 euros y 11.398 euros, respectivamente. En total estafaron 446.5000 euros entre el dinero adeudado y los gastos generados por los impagos.

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