La Junta reconoce las abultadas listas de espera, pero dice que en el conjunto de España la situación es peor

Eduardo Margareto / ICAL Comparecencia del consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, para informar sobre las listas de espera quirúrgica, consultas de especialistas y pruebas diagnósticas.

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El consejero de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Antonio María Sáez Aguado, reconoció hoy que las listas de espera son el problema más grave del sistema sanitario público y el que más quejas provoca entre los ciudadanos, pero resaltó que la situación de la comunidad es mucho mejor que la del conjunto del sistema nacional, ya que si en Castilla y León la demora media para una intervención quirúrgica es de 80 días, en el conjunto de España se eleva a 89, y sólo cuatro comunidades, País Vasco, con 50 días, La Rioja (45), Galicia (64) y Madrid (42) tienen tasas inferiores.

Sáez Aguado, que realizó estas declaraciones durante su comparecencia en la Comisión de Sanidad de las Cortes en respuesta a una solicitud de PSOE y Ciudadanos para informar sobre las listas de espera, argumentó que, comparativamente, la situación de Castilla y León es mucho mejor que la de Cataluña, donde la demora media para entrar en quirófano es de 211 días, Canarias (164), Extremadura (144), Baleares (117) o Cantabria y Navarra, donde se sitúa en cien días.

No obstante, el consejero afirmó que a pesar de que la evolución de las listas de espera en la Comunidad ha sido mejor que en el conjunto de España, “estos datos no son un consuelo y tenemos la obligación de mejorarlos”. Además, hizo referencia al llamado plan Perycles, presentado el pasado 15 de abril y que tiene como objetivo reducir la lista de espera quirúrgica en un 32,2 por ciento, hasta dejarla con 22.500 pacientes, y a rebajar a 65 días la demora media para entrar en quirófano. Además, prevé que las consultas con especialistas, en casos de sospecha de gravedad, se atiendan en un periodo máximo de tres días, y en 15, cuando se trate de pruebas diagnósticas en enfermos preferentes.

Sáez Aguado desgranó los principales objetivos de este plan de reducción de listas de espera que se aplicará hasta 2019 y destacó que ningún caso se recurrirá a conciertos con la sanidad privada y que comenzarán a aplicarse los criterios de las sociedades científicas que plantean “desinvertir en todo aquello que no aporta nada a la salud”. Al mismo tiempo, insistió en que un incremento de los recursos económicos no garantiza la reducción de las listas y argumentó que aunque no se excluye un incremento de la financiación, el plan sólo afecta a la organización y a la detección de “ineficiencias”

El consejero también resaltó que resulta fundamental el compromiso y la implicación de todos los profesionales e indicó que el nuevo plan contempla pactos de eficiencia, con incentivos al cumplimiento de objetivos o el desarrollo de competencias de la enfermería. A su vez, explicó que también se ha establecido planes de contingencia ante situaciones que supongan un incremento de pacientes, como el periodo invernal o los periodos festivos y anunció que se continuará avanzando en la integración de las áreas de salud.

A su vez, el consejero descartó que los recortes provocados por la crisis hayan afectado a la sanidad pública y resaltó que en los últimos cuatro años la reducción del personal global de todo el sistema público sanitario en la Comunidad ha sido del 0,8 por ciento, mientras que la jornada laboral se incrementó en este periodo un siete por ciento. Al mismo tiempo, también constató que entre 2011 y 2015 las intervenciones derivadas a clínicas privadas pasaron del 6,5 por ciento al 3,6 por ciento, mientras que los autoconciertos (peonadas), que suponían el once por ciento se eliminaron.

Por su parte, los grupos de la oposición coincidieron en señalar que el panorama dibujado por el consejero no refleja la realidad de las listas de espera y reclamaron que el plan Perycles venga acompañado por un incremento de los recursos materiales y humanos.

Respuesta

La portavoz de sanidad del Grupo Socialista, Mercedes Martín, subrayó que es importante que el consejero de Sanidad haya reconocido por primera vez que las listas de espera son el principal problema de la sanidad pública, pero criticó que la Junta no tenga una respuesta “contundente”.

A su vez, criticó que el incremento del tiempo de espera esta obligando a muchos pacientes a tener que recurrir a la sanidad privada y denunció que entre diciembre de 2011 y el mismo mes del pasado año el número de pacientes a la espera de una consulta con el especialista pasó de 52.000 a 94.000 personas.

Para el representante de Ciudadanos Manuel Mitadiel la reducción de las listas de espera no pasa sólo por una nueva reorganización y, “como se ha demostrado en los caso de los hospitales de El Bierzo y Salamanca, falta medios humanos”. En una línea similar se pronunció la procuradora de Podemos Isabel Muñoz, que aseguró que sin un incremento de los recursos no se podrá dar una respuesta adecuada a las listas de espera.

Por último, el procurador de Izquierda Unida José Sarrión se mostró escéptico sobre el plan de la Consejería de Sanidad y criticó que las demoras en el diagnóstico y tratamiento de muchas enfermedades se está convirtiendo en un problema social, ya que muchos trabajadores se ven abocados al paro por problemas de salud.

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