La Junta ordena el cierre de todos sus centros culturales y ruega suspender la actividad en el resto
La Junta de Castilla y León ordena este jueves el cierre de todos sus espacios culturales en la Comunidad, museos, bibliotecas y archivos, desde mañana viernes, por el avance de la pandemia de coronavirus covid-19. Se mantendrán, eso sí, los servicios culturales digitales y la actividad programada para el mes de enero que se celebrará pero vía streaming. El ejecutivo autonómico ruega, además, que el resto suspendan su actividad.
“El debate no es si la cultura es segura o no. La cultura es segura. Lo que no es seguro es el contacto social en la situación epidemiológica actual”, defendió el consejero de Cultura y Turismo, Javier Ortega.
De la misma manera, ha cancelado sus actos institucionales de carácter presencial y ampliará “lo máximo posible” el teletrabajo de los funcionarios, manteniendo, no obstante, la “actividad diaria”. Por ello, las reuniones del Consejo de Gobierno dejarán de ser presenciales a partir de la próxima semana. “Llamamos a los Ayuntamientos y las administraciones locales a que hagan lo mismo”.
Así lo ha adelantado el vicepresidente autonómico, Francisco Igea, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, aludiendo a que “es nuestra obligación como Gobierno” tomar las decisiones “necesarias” para limitar el contacto social y reducir el número de contagios que en las últimas semanas se ha disparado por tres.
Mientras el Gobierno central “estudia” si modifica o no el estado de alarma para permitir la ampliación del toque de queda a las 20 horas, como está vigente en Castilla y León desde el pasado sábado, y si da la herramenta jurídica a las autonomías para poder confinar a la población por municipios o provincias, Igea continúa endureciendo las medidas. Éstas se suman al cierre del interior de la hostelería, de los centros deportivos y los locales de apuestas.
“No tiene sentido limitar más actividades comerciales o económicas. Tiene sentido limitar el contacto social y por eso hay que limitar los encuentros de personas entre quienes no están normalmente juntos en el trabajo o en casa”. En ese sentido, dice no entender “la cerrazón” del ministro de Sanidad, Salvador Illa, de no aumetar el toque de queda y posibilitar el confinamiento, como se está haciendo en otros países como Reino Unido, Irlanda o Portugal. “¿Lo extravagante no será lo que hace este país”, se pregunta aclarando, no obstante, que su tira y afloja con el Gobierno de Pedro Sánchez por la gestión de la pandemia no responde a “ninguna guerra política”, “tenemos una guerra con el virus”.
“Queremos ver las calles lo más vacías posibles. Queremos evitar el contacto social y pido a la población que no se reúna en sus casas”, concluyó subrayado que “es el momento de actuar con determinación y convicción”, aunque reconoce que “no hemos llegado al máximo de medidas restrictivas que podemos tomar, es el máximo de medidas restrictivas eficaces en las que el beneficio es mayor que el perjuicio que se causa.