La Junta inicia un plan experimental en FP para reintegrar a alumnos que no lograron el título de la ESO

Foto de archivo.

Ical

La Consejería de Educación ha iniciado un plan experimental en centros integrados de Formación Profesional (FP) dedicado a alumnos que han dejado los estudios sin lograr el título de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), con el fin de reincorporarlos al sistema educativo. El proyecto se lleva a cabo en colaboración con el Servicio Público de Empleo de Castilla y León (ECYL), que financia las certificaciones profesionales que obtengan los beneficiarios.

La medida educativa -que pretende extenderse en función de los resultados que se vayan obteniendo- se engloba en un programa de acompañamiento para estudiantes rezagados de la Consejería de Educación, que prevé alcanzar en total a 6.600 alumnos en 40 centros de FP para reducir la alta tasa de abandono escolar. Sobre el total de matrículas registradas en el primer curso, el porcentaje es bajo en ciclos de grado superior (5,21 por ciento en el curso 2015-2016), pero alto en los ciclos de grado medio (18,93 por ciento en el curso 2016-2017).

El programa proporciona a estos alumnos que abandonaron los estudios sin conseguir el título de la ESO la realización de un curso de refuerzo en lengua y matemáticas y una cualificación profesional de nivel 1, que se lleva a cabo en el primer trimestre. Una vez superado el primer paso, el plan experimental contempla en los centros integrados de FP a lo largo del segundo trimestre una cualificación para obtener la certificación profesional de nivel 2.

En concreto, los centros integrados de Formación Profesional elegidos para aplicar el programa piloto son La Flora (Burgos), Ciudad de León (León), Río Tormes (Salamanca), Felipe VI (Segovia), La Merced (Soria) y Juan de Herrera (Valladolid). En cada uno de ellos se ha empezado a trabajar con grupos reducidos de 15 estudiantes.

“Si estos alumnos deciden abandonar en el primer trimestre al menos ya tienen una cualificación de nivel 1 de FP y, si lo hacen en abril, será ya con la obtención del nivel 2 y así podrán ejercer una profesión con cierta cualificación a través de los certificados que financia el Ecyl”, expuso a Ical el director general de FP, Agustín Sigüenza Agustín Sigüenza. No obstante, la idea es que esos estos alumnos integrados en el plan de reenganche educativo lleguen a completar un ciclo formativo de grado medio en FP en dos años.

“Se les va exigiendo poco a poco dentro del programa global de mejora del resultado académico, que nos parece debe atacar fundamentalmente no solo la dificultad que puede tener un alumno al no poder superar un examen, sino también el abandono escolar al que afectan otras causas externas”, dijo. En este punto, citó que influye la dinámica del mercado laboral, al contratarse a gente sin pedir ningún tipo de cualificación profesional lo que favorece que alumnos de este tipo dejen los ciclos formativos para trabajar. “Vamos a ir viendo si esta iniciativa, que no se ha hecho antes en otras comunidades, sirve y quienes antes dejaron otros estudios se reenganchan o no”, aseveró.

Por poner un ejemplo, el Centro Integrado de Formación Profesional La Flora de Burgos, donde se pueden cursar enseñanzas de hostelería, a parte de las denominadas a competencias clave, imparte las básicas de cocina con 620 horas para la obtener la cualificación de nivel 1 de formación, y en el segundo trimestre se añaden las 580 horas del nivel 2 en los servicios de restaurante y bar.

Causas diferenciales

El objetivo las medidas de apoyo a estudiantes rezagados se centra en determinar las causas diferenciales de forma individual en cada centro y que provocan un abandono mayor en el primer ciclo de FP que el se produce en Bachillerato, viendo si se pueden tratar a nivel del propio centro o si provienen de factores exógenos y evaluar el impacto que producen para que se termine dejando los estudios.

“Por ejemplo, si ese abandono viene determinado por el nivel socio económico de las familias de los estudiantes o el apoyo que reciben de ellas o si puede deberse a que se mal el ciclo o resulta muy exigente en términos de contenidos, para lo que habría que mejorar las tareas de orientación y ver si el problema radica en el centro y en el diseño curricular”, explicó Agustín Sigüenza.

Para ello, antes se han analizado los resultados académicos que han obtenido en los últimos cursos los alumnos en cada uno de los ciclos de todos los centros de FP de Castilla y León a través de una especie de 'big data', es decir el tratamiento de una cantidad ingente de datos que se han ido aportando, en este caso con el apoyo de una entidad externa como la Universidad de Valladolid (Uva). Con dicha aportación, la Consejería de Educación ha percibido que la situación en cada centro podría ser diferente en función del perfil del alumnado, de su procedencia y situación, junto al nivel de repetición de curso que se ha tenido a lo largo de sus estudios.

Hay que tener en cuenta que en el grado medio de FP la edad media de los alumnos es de 19,5 años, lo que indica que el menos han repetido dos o tres veces antes. Solo un tres por ciento no ha repetido nunca y eso obedece a que llegan con problemas que se han puesto de manifiesto en épocas estudiantiles distintas. “Por ello el tratamiento que se les debe dar en Formación Profesional quizás no necesite de un refuerzo en lengua o matemáticas si no de una mayor motivación y de crearles expectativas de futuro con los nuevos estudios que están realizando para que no los dejen por una ocupación laboral transitoria de baja cualificación”, aseveró el director general de FP.

De esta forma, a los 40 centros de FP implicados en el programa se les ha dado la oportunidad de elegir el tratamiento preciso en función del problema concreto que puedan tener sus alumnos en el abandono temprano de estudios. “Dentro de un abanico de posibilidades se les ha incentivado económicamente para que puedan poner en marcha las actuaciones que estimen más convenientes”, concluyó.

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