La Junta estima la llegada de unos 1.000 refugiados sirios en dos años a Castilla y León

Ical

La Junta de Castilla y León estima la llegada de unos 1.000 refugiados del conflicto sirio durante dos años a la Comunidad y trabaja, en coordinación con la Federación Regional de Municipios y Provincias y onegés, en la elaboración de un inventario sobre las primeras necesidades de las personas que se acogerán, como el alojamiento y la asistencia sanitaria y educativa de los menores.

Así lo explicó la vicepresidenta, consejera de Empleo y portavoz de la Junta, Rosa Valdeón, después de mantener una primera reunión con el presidente de la Federación Regional de Municipios y Provincias (FRMP), Francisco Vázquez, para coordinar las actuaciones y que la Comunidad esté preparada cuando tenga que acoger a los primeros refugiados que han llegado a Europa.

De momento en Europa sigue sin haber acuerdo sobre el reparto de los refugiados, mientras siguen llegando de forma masiva pese al restablecimiento de controles en Alemania o al cierre de fronteras y penalización decretada por Hungría.

Solidaridad

Desde la solidaridad, Valdeón aseguró que la elaboración del inventario, que luego se remitirá al Gobierno central, es un “trabajo coordinado y ninguna institución sola puede hacer nada” y recalcó que la cifra de mil es orientativa, de los más de 15.000 que la Unión Europea ha designado a España, y puede variar algo, si bien subrayó que “se asumirá con normalidad”.

La vicepresidenta, que este miércoles mantendrá una reunión con representantes de las onegés en ese trabajo conjunto de coordinación, manifestó que a Castilla y León “no le preocupa el número de personas que vengan”, sino estar preparados para que tengan las primeras necesidades cubiertas. “Se trabaja sin prisa, pero sin pausa para estar preparados”, aseveró.

De la misma manera, remarcó que la acogida se producirá de manera gradual y paulatina a lo largo de dos años y no se producirá, por tanto, “ninguna avalancha”, si bien insistió en estar preparados para ofrecer lugares de alojamiento y atención sanitaria y educactiva a los menores que lleguen.

Así, explicó que, en un primer momento, se ofrecerán alojamientos colectivos, aunque con cierta intimidad a las familias, en lugares como albergues, antiguos colegios o centros hoteleros, así como interpretes o el acompañamiento cuando tengan que ir al médico, por ejemplo, para “salvar los seis meses de acogida que son los más duros”. “Los problemas son complejos, pero se conocen”, afirmó la 'número dos' de la Junta.

Respectos de una posible integración laboral, recordó los recursos y programas del Ecyl y añadió que en el caso de estas personas se adaptarán en función de sus necesidades y circunstancias, ya que, como opinara en el último Consejo de Gobierno, la Junta ve como una “oportunidad” que estas personas se instalen en la Comunidad para rejuvener la población.

Por su parte, el presidente de la FRMP y titular de la Diputación de Segovia, Francisco Vázquez, defendió la coordinación para que el ofrecimiento de recursos por parte de las entidades locales “no se convierta en una jaula de grillos para ver quien es más solidario”. Vázquez recordó que la federación en el ámbito autonómico trabaja con la estatal, que ha emitido circulares y creado un buzón y oficina virtual de como actuar.

Tras reconocer que “todos” trabajan por su cuenta, en referencia a acciones tomadas por algunos ayuntamientos y diputaciones, insistió en que la coordinación de recursos entre las instituciones y las onegés que trabajan sobre el terreno es “fundamental”, por lo que valoró que la Junta lidere ese trabajo en la Comunidad para realizar el inventario en el que figurarán los recursos que se van a ofrecer a las personas que lleguen huyendo del conflicto sirio.

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