La Junta destina cinco millones a mejorar el estatus de la cabaña ganadera y la comercialización de animales
La Junta de Castilla y León contratrá los programas de vigilancia, prevención, control y erradicación de enfermedades del ganado de Castilla y León, con un desembolso de 5,19 millones de euros, que permitirá llevar a cabo más de 2,2 millones de actos clínicos para erradicar la tuberculosis bovina y la brucelosis bovina y caprina, así como otros programas, que permitan mejorar el estatus de la cabaña ganadera de la Comunidad.
El Consejo de Gobierno autorizó este contrato, según explicó la portavoz y consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, quien destacó que no sólo permite la eliminación de riesgos para salud por tratarse, en algunos casos, de zoonosis (tuberculosis y brucelosis), sino acceder al libre comercio de los animales y mejorar, por tanto, la rentabilidad de las explotaciones y promocionar los productos de origen animal por su alto nivel de seguridad alimentaria.
Asimismo, el servicio incluirá, además, la recogida de muestras en el campo, mataderos, industrias de transformación de cadáveres, en las distintas modalidades de caza y cualquier otro lugar que se determine desde el Servicio de Sanidad Animal, así como la remisión de las muestras a los laboratorios oficiales de sanidad animal de Castilla y León incluidos en la Red de Vigilancia Epidemiológica, la comprobación de la identificación de los animales como medida sanitaria y el sacrificio de los animales de las especies objeto de los distintos programas y la tinción de sus cabezas o cualquier otro método de marcado establecido al efecto.
De esta forma, el contrato integra la prevención, vigilancia, control y erradicación tanto de animales domésticos como de especies silvestres en todos los aspectos que adquieren relevancia para la salud animal, salud pública, seguridad alimentaria y contribución a la comercialización de los animales y las producciones ganaderas regionales.
Cuatro provincias libres de brucelosis bovina
La Unión Europea declaró oficialmente el pasado mes de septiembre libre de brucelosis bovina a la provincia de Zamora tras la solicitud realizada por la Consejería de Agricultura y Ganadería, lo que ha supuesto, según la Junta, un “hito” sanitario de primer orden y un “paso consolidado” en la mejora del estatus sanitario de la cabaña ganadera de esta provincia que se suma, de esta manera, a las tres que ya cuentan con este reconocimiento: Burgos, Soria y Valladolid.
El estatus sanitario que están alcanzando las explotaciones ganaderas de Castilla y León les permite beneficiarse de la eliminación de barreras comerciales por cuestiones sanitarias y facilita la apertura de mercados, aumentando el margen de beneficio del sector ganadero.
La actual situación permite, según la Junta, la reducción del número de pruebas oficiales sanitarias obligatorias a realizar, lo que además mejora el manejo productivo de los ganaderos evitando recoger a los animales para la realización de las pruebas.
Estas reducciones de realización de campañas sanitarias suponen un ahorro económico en las explotaciones y para la Administración autonómica y representa una ventaja competitiva en relación a las ganaderías de otras comunidades autónomas como Extremadura, Castilla-La Mancha o Andalucía. Además, el avance en sanidad animal mejora la salud pública y la seguridad alimentaria.
Avance en sanidad animal
En lo referente a brucelosis bovina, en la Comunidad no se detectó ninguna explotación positiva en el año 2016, una situación que nunca antes se había producido y que sitúa a Castilla y León como una autonomía con el máximo estatus para esta enfermedad. La situación se ha consolidado en el año 2017 lo que permitirá ir avanzando en la consecución del reconocimiento oficial de la cabaña bovina de libre frente a esta enfermedad.
Respecto a la tuberculosis bovina, en Castilla y León el número de explotaciones positivas de tuberculosis bovina ha disminuido en los últimos diez años un 55 por ciento. Esto ha permitido que, en estos momentos, más del 85 por ciento de los cebaderos de bovino estén calificados y puedan exportar sin ningún tipo de traba comercial ni pruebas sanitarias previas al movimiento. Esta facilidad en los movimientos ha supuesto una ventaja competitiva de primer orden ya que permite la apertura de mercados.
En relación a la puesta en marcha del programa de tuberculosis caprina, en el año 2016, se obtuvieron menos del uno por ciento de explotaciones positivas, situación que ha mejorado en 2017, periodo en el que el número de explotaciones afectadas se prevé que se situará en torno al 0,8 por ciento, siendo en estos momentos un“ problema sanitario superado” para la cabaña caprina de Castilla y León.
Ya se ha implantado y está en pleno funcionamiento el programa autonómico de calificación frente a agalaxia contagiosa en ovino y caprino, enfermedad que tiene graves implicaciones económicas y comerciales. Estas actuaciones se han realizado en el marco de la Plataforma de Competitividad Productiva de Ovino y Caprino.
Aumento de las exportaciones
La “alta” calificación sanitaria de las explotaciones ganaderas de Castilla y León ha posibilitado un progresivo aumento de las exportaciones de animales vivos. Así, durante el primer semestre de este año 2017, el valor de las exportaciones de la especie bovina superó la cifra de los 7,8 millones de euros lo que ha supuesto un incremento del 125 por ciento en relación a ese mismo periodo del año anterior, siendo este sector el que más ha crecido entre las exportaciones de ganado vivo en Castilla y León.