La Junta anuncia la cesión de primeras unidades de material rodante al Consorcio del Ponfeblino

César Sánchez / ICAL El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, junto a la presidenta del Consorcio del Ponfeblino, Alicia García.

D. Álvarez/ ICAL

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, anunció este miércoles que la Junta estará en disposición de ceder al Consorcio del Ponfeblino, en el plazo de tres semanas, las primeras unidades de material rodante perteneciente al antiguo tren minero que unía Ponferrada con la cuenca de Villablino. Tras poner fin a un “complejo” proceso de tramitación administrativa para recuperar la infraestructura de manos de la empresa concesionaria, la presidenta del Consorcio, Alicia García, se mostró partidaria de dotar a las instalaciones de un uso industrial como método de rentabilizarlas “cuanto antes”.

En concreto, García se refirió al proyecto para usar los talleres de Villablino como centro de reparación de material ferroviario, banco de pruebas de la tracción ferroviaria con gas natural licuado o incluso escenarios que despierten el interés de la industria cinematográfica. “Estamos centrándonos en dar a la infraestructura un uso industrial en un principio, porque creemos que es la forma de rentabilizar cuanto antes las instalaciones”, resumió García.

Esto significa que el proyecto para dotar a la infraestuctura de un uso turístico queda aparcado de cara al futuro. “Para poder desarrollar el proyecto turístico, tenemos que tener la infraestructura en perfectas condiciones para que puedan viajar personas”, recordó García. Además, según subrayó Suárez-Quiñones, ese proyecto requiere de la redacción, por parte de la Junta, de una normativa que ampare ese uso en condiciones de seguridad jurídica.

Plazos para la cesión

En cuanto a la cesión de la infraestructura al Consorcio, el consejero explicó que la gestión se dividirá en tres partes. Según el calendario dibujado por Suárez-Quiñones, el derecho de uso sobre la primera de esas partes, constituida por cuatro locomotoras, 20 vagones de carga y un vagón especial, podría llegar a manos del Consorcio en tres semanas.

Por otro lado, la cesión de los talleres de Villablino está pendiente de la inscripción de los mismos en el catálogo de bienes inmuebles de la Junta y en el registro de la propiedad. Una vez completados estos trámites, la Junta deberá elaborar un expediente de desafectación de su uso público para convertir las instalaciones en un bien patrimonial, paso previo a la cesión, lo que retrasaría el proceso hasta el mes de marzo, avanzó Suárez-Quiñones.

En cuanto al resto de instalaciones del antiguo tren minero hasta el municipio de Cubillos del Sil, la tramitación lleva dos o tres meses de retraso, explicó el consejero, que urgió al Consorcio a “definir los usos y quién los va a gestionar” para aprovechar el potencial de una “infraestructura única en España”.

Financiación

En la reunión celebrada esta tarde en Páramo del Sil, el consejero también comprometió que “la Junta estará detrás apoyando técnica y económicamente para lograr que ésta sea una infraestructura sostenible”, aunque insistió en que “lo que toca es definir los usos y finalidades y las fórmulas jurídicas y administrativas, luego vendrá el dinero que sea necesario para adaptar la infraestructura a esos usos”.

En ese sentido, consideró que las reparaciones necesarias para solventar los desperfectos que el paso del tiempo y los actos de vandalismo han provocado en determinados tramos de la infraestructura tendrán que estar relacionadas con el uso que se les quiera dar. “No podemos usar dinero para determinadas actuaciones que no se correspondan con el uso que se le va a dar”, recalcó Suárez-Quiñones.

Al respecto, la presidenta del Consorcio coincidió en señalar que la financiación pública que respalde al proyecto tendrá que depender de los usos que se le vayan a dar a la antigua línea férrea. Igualmente, abrió la puerta a la posibilidad de recibir recursos de los planes de transición justa que elabora el Gobierno, aunque recordó que la función del Consorcio consiste en “presentar proyectos e iniciativas”.

Tramitación “compleja”

Durante el encuentro, Suárez-Quiñones tuvo ocasión de subrayar el “trabajo intenso” de la Junta, en el marco del Plan de Dinamización de las Comarcas Mineras, en favor de un “proyecto muy demandado por las sociedades del Bierzo y Laciana”. En esa línea, recordó que los trámites para resolver la concesión que ostentaba la empresa Coto Minero Cantábrico (CMC), heredera de la extinta Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP), se remontan a 2016, cuando se iniciaron las negociaciones con el administrador concursal de CMC.

A continuación, la tramitación se centró en la liquidación de los bienes de la concesión, un proceso que se cerró con un saldo de un millón de euros a favor de la Junta y en contra de la concesionaria. A finales de 2017, se firmó el acta de entrega de la infraestructura a la Junta pero, según señaló el consejero, los terrenos por los que transcurrían las vías no aparecían en el registro de la propiedad, lo que provocaba una “falta de seguridad jurídica”.

Para solucionar esta situación, la Junta inició un proceso para reunificar 500 parcelas correspondientes a 267 titulares en 29 parcelas y un sólo titular, que es el propio Gobierno autonómico. El proceso se completó con la inscripción de esos terrenos en el registro de la propiedad, a nombre de la Junta, que pasó de esta manera a ostentar la titularidad catastral. “Si queremos ceder el uso al Consorcio, las parcelas tienen que ser nuestras y tienen que estar registradas”, remarcó Suárez-Quiñones, que defendió la “tramitación seria y rigurosa” de la Junta para dotar al proyecto de “una base jurídica sólida”.

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