La jueza sigue la pista que vincula a Raquel Gago con Triana minutos después del asesinato de Carrasco

Raquel Gago policía local de León detenida imputada asesinato Isabel Carrasco

ileon.com

La tarjeta prepago de uno de los teléfonos que le fueron intervenidos a Triana Martínez minutos después del asesinato de la presidenta de la Diputación y del PP, Isabel Carrasco, se sitúa hoy en primera línea de la investigación que continúa llevando la jueza encargada del caso.

Se trata de una clave vital, porque desde el Nokia 100 gris oscuro que contenía esa tarjeta Triana realizó una llamada muy pocos minutos después de que su madre disparara contra Carrasco en la pasarela del río Bernesga, y esa llamada de apenas 17 segundos fue realizada al teléfono de la agente de policía local Raquel Gago, aún imputada y detenida por su implicación en el homicidio. Sería un detalle principal para determinar si Gago formaba parte o no de un plan urdido para los momentos posteriores del crimen.

Ante la jueza se sienta hoy un joven, J.M.P.F., amigo de Triana, que según el sumario judicial contrató la tarteja con ese número en marzo de 2012, como ya publicó iLeon.com hace más de dos meses. Lo hace ahora porque por razones de trabajo, este joven se encontraba en Alemania desde hace tiempo y no ha sido hasta ahora que ha reresado a la provincia leonesa.

Esa brevísima llamada, al parecer sin que mediara conversación alguna entre Triana y su amiga Raquel Gago, cobra gran relevancia. Según la investigación, con datos de las compañías operadoras, a Raquel le suena el móvil a las 17,19 horas de la tarde del 12 de mayo. Casi “a la hora exacta a la que se avisa a la Policía Nacional por primera vez” de que hay una víctima de disparos en la pasarela del río.

Raquel Gago confirma en el interrogatorio que la llamada es “de un número desconocido” pero aún así descuelga, para asegurar primero que “no escuché nada” y poco después reconocer que “escuché algo, un ruido, sería una persona, pero no sé quién era”. “El teléfono lo tenía en el bolsillo del pantalón. Debí decir 'sí', porque es lo que se hace normalmente y no me doy cuenta de lo que pasó a continuación. A lo mejor no colgué bien y por eso duró más la llamada. No sé si cortó ELLA o si corté yo”. “¿Ella? ¿A quién te refieres cuando dices que cortó ELLA?”, le inquieren en el interrogatorio. “Estaba pensando que la llamada tuvo lugar cuando vi (llegar) a Triana. Casi al mismo tiempo”, se excusa Gago, según obra en el sumario judicial.

Otro detalle es que la última recarga de esa tarteja prepago, que costó 4,13 euros, fue realizada seis días antes del asesinato de Carrasco. No se puede saber quién la recargó pero en todo caso no parece probable que fuera su titular, J.M.P.F., porque continuaba trabajando en Alemania, de donde acaba de regresar.

Lo que sí parece claro es que muy pocos segunos después de esa misteriosa llamada, mientras hablaba con un agente de la ORA, Raquel Gago vio venir a Triana. Se sabe que la agente le abrió su coche y Triana depositó en su interior el bolso que le acababa de entregar su madre, Montserrat, el cual contenía el revolver determinado indudablemente como el arma homicida del que salieron los tres disparos mortales contra la presidenta de la Diputación.

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