La inteligencia militar rusa impulsó las cartas bomba enviadas desde Valladolid a Moncloa, según EEUU

Palacio de la Moncloa, sede del Gobierno de España.

Agencia ICAL

Funcionarios del Gobierno de Estados Unidos sospechan que el origen de las cartas bomba enviadas desde buzones ordinarios de Valladolid a Moncloa, el Ministerio de Defensa y las embajadas de Ucrania y Estados Unidos en España se encuentra en oficiales de inteligencia militar rusos, que ordenaron a los asociados de un grupo militante supremacista blanco, con sede en Rusia, la campaña.

El pasado 3 de diciembre se reveló que las seis cartas bomba dirigidas a Moncloa, Defensa y las embajadas de Ucrania y Estados Unidos procedían de la provincia de Valladolid, según las informaciones publicadas en sus ediciones digitales por diversos medios nacionales, y recogidas por Ical, en las que se citaba a fuentes de la Audiencia Nacional para señalar que la autoría de todos los paquetes bomba parecía corresponder “a un mismo origen” y que “todas se enviaron desde territorio español, concretamente desde esa provincia (Valladolid) próxima a la capital del país”.

Desde entonces, investigadores españoles y extranjeros estuvieron investigando quién envió las seis cartas bomba. En las últimas semanas, y según revela el New York Times, en una información recogida por Ical, la investigación se centró en el Movimiento Imperial Ruso, un grupo radical que tiene miembros en toda Europa y centros de entrenamiento de estilo militar en San Petesburgo. No obstante, dicho grupo tendría vínculos con las agencias de inteligencia rusas, según la misma información obtenida de fuentes del Departamento de Estado de los Estados Unidos.

De hecho, las pesquisas de los investigadores han corroborado que miembros importantes de este grupo supermacista blanco han estado en España, por lo que la Policía rastrea sus vínculos con organizaciones españolas de extrema derecha para tratar de dar con los autores materiales de una acción cuyo objetivo aparente sería señalar que Rusia y sus representantes podrían llevar a cabo ataques terroristas en toda Europa e incluso en las capitales de los estados miembros de la OTAN que están ayudando a Ucrania en su defensa de la invasión de la Federación Rusa.

Los funcionarios estadounidenses sospechan que los oficiales rusos involucrados en la acción de España son parte del 161 Centro de Capacitación de Especialistas para Propósitos Especiales, cuya sede, en el este de Moscú, alberga la Unidad 29155, entre otros grupos. Los investigadores españoles, según revela la información publicada por el New York Times, identificaron a “personas de interés” que creen que estuvieron involucradas en los ataques, según reveló un alto funcionario estadounidense. No obstante, desde la embajada española en Estados Unidos se limitaron a esgrimir que “la investigación continúa”.

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