Los inspectores de Hacienda elevan sus visitas un 24% para cercar a la economía sumergida

Economía, dinero, monedas, euros.

Ical

La Agencia Tributaria destacó el impulso a sus medidas para la reducción de la economía sumergida en Castilla y León y precisó a Ical, que en 2015, elevó un 24 por ciento las actuaciones presenciales, que denomina 'peinados', hasta las 1.332 visitas en la Comunidad, destinadas al control in situ de obligaciones formales y registrales en sectores de riesgo fiscal, incluido el control de inmuebles alquilados. “Hacemos uso de todos los instrumentos disponibles, incluidos aquellos derivados de la Ley Antifraude de 2012”, destacaron a Ical desde la AET.

El cuarto año del plan especial contra la economía sumergida implementado por la Agencia Tributaria, también supuso un impulso a los controles específicos de los pagos en efectivo para verificar supuestos de incumplimiento. Estas comprobaciones tuvieron reflejo en dos tipos de actuaciones, requerimientos de información relativos a los movimientos de efectivo detectados más relevantes, y sanciones por el incumplimiento de los límites establecidos en la Ley Antifraude de 2012. En concreto, se efectuaron 156 requerimientos en Castilla y León, un 31 por ciento más que en 2014; y se impusieron 129 sanciones. Cabe recordar que en la actualidad, el Ejecutivo trabaja para limitar el pago en efectivo a los 1.000 euros en lugar de los 2.500 actuales.

Paralelamente, se potenció e impulsó la utilización de la Unidad de Auditoria Informática en los inicios de las actuaciones inspectoras. En 2015 se realizaron 117 actuaciones de estas características en la Comunidad, un 25,8 por ciento más que en 2014. Fuentes de la Agencia Tributaria destacaron a Ical, que las actuaciones realizadas con estos expertos informáticos resultaron de “gran eficiencia” para la detección del 'software de ocultación' de ventas y alteración de la contabilidad, la obtención de pruebas en general, y la reducción del tiempo de duración de las comprobaciones inspectoras. A su vez, se planificaron actuaciones conjuntas con la Inspección de Trabajo y se continuó con el intercambio de información a nivel territorial.

Más de 6.100 investigaciones

En su conjunto, el Área de Inspección de la AEAT en Castilla y León realizó en 2015 más de 6.100 actuaciones de comprobación e investigación, un 23 por ciento más que en 2014 y un 35 por ciento por encima de las desarorlladas en 2011. Los importes derivados de actas de inspección, expusieron, crecieron en un solo año un 19 por ciento, y todo ello “sin incremento de la conflictividad con el contribuyente, prueba de la calidad de las actuaciones realizadas”.

A su vez, y en materia de delito fiscal, el importe de los expedientes remitidos en 2015 a la Fiscalía por presuntos indicios de delito contra la Hacienda Pública multiplicó por 2,5 a los presentados en 2014, y el número de expedientes creció un 33 por ciento.

En cuanto a los ámbitos de comprobación, los sectores de actividad objeto de comprobación fueron muy variados. Con todo, desde la Agencia Tributaria concretaron que pusieron su foco en los sectores de la distribución tanto mayorista como minorista (comercio), con comprobaciones dirigidas principalmente al descubrimiento de posibles ventas no declaradas. Al respecto, explicaron que se utiliza información recabada previamente mediante requerimiento, visitas a las empresas o denuncias recibidas. Asimismo, aseveraron que suelen ir acompañadas de una auditoría informática y del control presencial de existencias.

'Software de doble uso'

La labor inspectora también otorgó importancia a las actuaciones en el resto de actividades del sector servicios y, en especial, en el de la restauración y del ocio. En algunas de estas comprobaciones, indicaron, se siguió detectando la utilización del llamado 'software de doble uso', es decir, un programa informático que manipula el importe de las facturas generando normalmente dos apuntes: uno para la incorporación a la contabilidad oficial y para utilizarlo en la declaración del impuesto (importe inferior al real) y otro, para control interno de la empresa (con el importe real). En las comprobaciones en las que se detectó esta práctica, la media de los ingresos no declarados representó más del 20 por ciento del total de ingresos previamente declarados.

Simulación de actividad

La Agencia Tributaria también concentró sus medios en controlar a aquellos operadores que presentaban indicios de simulación de todo o parte de su actividad (emisores de facturas falsas o falseadas). El número de actuaciones aumentó en esta materia casi un 100 por ciento respecto de 2014.

Además, el año pasado prosiguieron las actuaciones respecto de aquellos contribuyentes (empresas o personas físicas) que se deslocalizaron fiscalmente, cuando su actividad económica se seguía desarrollando mayoritariamente en el ámbito de Castilla y León, en cooperación con las autoridades de la Junta.

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