¿El fin de la huelga minera?
Podrá ser por el cansancio tras más de dos meses de dura huelga, o los efectos del calor y el verano, pero lo cierto es que durante la última semana los mineros han efectuado muchas menos protestas que en las anteriores. Han seguido con cortes en carreteras y ferrocarril y bloqueo de paso de camiones a la térmica de Compostilla pero sus acciones han sido más suaves, o quizás con menor impacto mediático.
De momento los mineros aragoneses vuelven al tajo tras una votación en la que optaron por volver a trabajar para aliviar la situación económica de algunas familias y porque agosto es un mes “inhábil” para la política y el eco de sus protestas no llegaría muy lejos. No obstante han advertido que las movilizaciones continuarán, aunque estudiarán el formato.
ileon.com ha podido saber que varios mineros de la Hullera Vasco-Leonesa han anunciado a la empresa su intención de incorporarse al trabajo esta semana, citando su complicada situación económica después tanto tiempo sin cobrar, y no teniendo claro que las soluciones aportadas por los sindicatos en forma de ayudas económicas tengan mucha viabilidad a medio plazo.
El caso es que la huelga podría tener un “parón temporal” según fuentes sindicales aludiendo a la ya citada cuestión económica y a que “medio país está de vacaciones y no nos van a hacer ni caso”. Esta suspensión de la huelga ya tuvo un intento abortado hace dos semanas por parte de un grupo de mineros de La Robla, aunque finalmente se optó por mantener las movilizaciones.
De momento sindicatos y patronal acuden con escasa expectación a la reunión de la mesa de seguimiento del Plan del Carbón convocada para este martes 31 de julio. A su propuesta conjunta el ministro Soria respondió en sede parlamentaria que “lo que hay es lo aprobado en los Presupuestos” así que la enésima reunión no parece que vaya a tener como resultado un acuerdo.
Las empresas, por su parte, ya han anunciado que están “al borde de la suspensión de pagos”, ya que además del impago de lo debido por el Estado no trabajan, por lo que tampoco generan ingresos ordinarios por venta de carbón.
No hay que olvidar que desde el 11 de julio están encerrados en el pozo de Santa Cruz del Sil cinco mineros que sustituían a los ocho que originalmente se encerraron y que superaron los 50 días bajo tierra. Precisamente 52 días llevan los mineros que permanecen en un despacho de la Diputación de León, que siguen esperando noticias de una solución al conflicto que no parecen llegar.
La fecha señalada es el 31 de julio para ver qué sucede en la reunión en el Ministerio de Industria, Energía y Turismo. Todos dicen que hablarán tras esa reunión. La cuestión es qué pasará.
