El Hospital de León recibe un PET-TAC para 'retratar' cánceres sin tener que viajar a Salamanca después de 25 años

Cientos de pacientes con diagnóstico de cáncer de León ya están más cerca de no tener que viajar casi 200 kilómetros hasta Salamanca para someterse a la prueba más fiable para saber cómo de extendido y dónde se localiza con precisión el tumor que padece. También es tremendamente efectivo para otros diagnósticos importantes, como la detección precoz de enfermedades neurodegenerativas, del tipo párkinson o alzhéimer, o anomalías del cerebro, así como daños de tipo cardíaco. Y eso después de un cuarto de siglo, 25 años, reclamándose como una tecnología imprescindible para la provincia leonesa.
El Hospital de León ha informado esta mañana la recepción en el Hospital Universitario de León de un equipo que bajo el nombre técnico de PET-TAC esconde un valioso dispositivo de tomografía por emisión de positrones de última generación. Dicho más entendible, con este aparato, administrando previamente por vía intravenosa un radiofármaco o marcador, se pueden ver con precisión si los tejidos o los órganos están afectados por alguna patología. Resalta su precisión, localizando tanto la ubicación como el tamaño de la enfermedad.
Con una inversión cercana a los 2,5 millones de euros, el equipo ha sido sufragado por el plan Inveat a través de la Gerencia Regional de Salud de la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León. Sin embargo, además de los 25 años de demanda hasta ahora desoídos, también se acumulan nuevos meses de retraso, dado que el PET-TAC se anunció el año pasado e incluso se llegó a publicar que se había recibido este verano. Lo cierto es que no ha sido hasta hoy que el aparato está ya físicamente en el Hospital leonés.
Todavía queda trabajo y tiempo para que pueda servir a cientos de enfermos que hasta ahora se tenían que trasladar a Salamanca para someterse a él, o más recientemente a Burgos, donde también se instaló hace unos pocos años. El propio gerente del Hospital de León, Alfonso Rodríguez-Hevia González, explican que una vez superadas las pruebas de calibración y de que se disponga de las autorizaciones del Consejo de Seguridad Nuclear, “se espera que el nuevo equipo esté en funcionamiento en el primer trimestre del próximo año” 2024.
La incorporación del PET-TAC va suponer, explican en una nota de prensa, un “salto cualitativo muy importante” en la capacidad diagnóstica y terapeútica del Hospital. Entre otros fines, esta tecnología sirve para detectar tumores cancerígenos, su tamaño y su estado, así como para valorar la efectividad del tratamiento. También se utiliza para determinar los efectos de un ataque al corazón e identificar áreas del músculo cardiaco que se beneficiarían de ciertas intervenciones, así como para evaluar anomalías del cerebro.
En qué consiste
El nombre del nuevo aparato hace referencia a las siglas en inglés de tomografía por emisión de positrones (PET) y a las de tomografía axial computerizada (TAC). La primera es un tipo de estudio por imágenes en el que se utiliza una sustancia radiactiva en pequeñas cantidades llamada marcador (un radiofármaco administrado a través de una inyección intravenosa) que permite evaluar las funciones de órganos y tejidos y se encarga de “iluminar” las partes del cuerpo que presentan ciertas patologías. El TAC, que en el caso del HUBU es de 128 cortes, es decir, de una gran precisión y calidad diagnóstica, consiste en una prueba radiológica que se suma a la anterior y se centra en la morfología anatómica, lo que permite valorar dónde se encuentra una lesión y conocer su tamaño.
La combinación de TAC y PET se convierte así en la mejor herramienta para el diagnóstico y seguimiento de tumores, por lo que el 90 % de su actividad es para Oncología, pero también tiene aplicaciones para otras áreas, sobre todo Cardiología - en patología isquémica cardiaca, área en la que se puede empezar a hablar de tejido “viable”- y Neurología - en determinadas enfermedades como alzheimer y parkinson-.
En el uso y aprovechamiento de estos dos sistemas están implicados básicamente los servicios de Radiofísica y de Medicina Nuclear del hospital burgalés, a los que se suman también otras especialidades como Radiodiagnóstico, Oncología Radioterápica y Oncología Médica.