Fenosa comunica el cierre de la central térmica de Anllares

César Sánchez/Ical. Central térmica de Anllares en Páramo del Sil.

Tras el anuncio del cierre de uno de los dos grupos de la térmica de La Robla, el grupo II concretamente, explicando que la central conservaría el grupo restante -el grupo I- mejorando y modernizando la instalación, y sin cambios en la actual plantilla de la térmica, Gas Natural Fenosa también ha comunicado al Gobierno y sindicatos la clausura de la central térmica de Anllares, un proceso de cierre que será paulatino hasta 2019.

Fenosa ha solicitado oficialmente su previsión de poner fin a la actividad de esta central que comenzó a funcionar en 1982 en Páramo del Sil. La compañía emplea en la actualidad a 77 operarios de los cuales, ante el anuncio del cierre, un tercio de la plantilla será recolocado y el resto se acogerá a bajas incentivadas y prejubilaciones.

La térmica berciana cuenta con 347 megavatios de potencia y carece de desulfuradora y desnitrificadora lo que la imposibilita a la hora de cumplir los límites de emisión recogidos en la Directiva de Emisiones Industriales (DEI). Además, la térmica emite 1.500.000 toneladas al año de CO2, funcionando al 50% de su capacidad y con carbón nacional de bajo volátil, más caro que el carbón importado, situación que no hace competitiva la térmica.

Centrales térmicas de La Robla y Anllares

Gas Natural Fenosa mantendrá operativa la central térmica de La Robla con una fuerte inversión para cumplir con la directiva europea de Emisiones Industriales y está finalizando el análisis de alternativas para la adaptación en el grupo 2 de la central, con el objetivo de extender su operación más allá del 1 de julio de 2020, fecha en la que finaliza el denominado Plan Nacional Transitorio al que se acoge, tal y como ha expresado la compañía en una nota de prensa.

Por otro lado, Gas Natural Fenosa y Endesa presentaron el pasado 25 de mayo una solicitud administrativa ante el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital (MINETAD) para el cese paulatino de la actividad de la central térmica de Anllares hasta 2019, en cumplimiento con la directiva europea de emisiones. Propiedad de Gas Natural Fenosa (66,6%) y Endesa (33,3%), la central situada en Páramo del Sil (León), acumula ya 35 años de operación y tiene una capacidad de 347 MW de potencia.

Anllares no cuenta con una infraestructura de desulfuración, ni de desnitrificación de las emisiones, motivo por el cual, en octubre de 2013, ya se comunicó su imposibilidad para cumplir con los límites recogidos en la Directiva de Emisiones Industriales (DEI).

Además del problema de la emisión de óxidos de azufre y óxidos de nitrógeno, la central, al 50% de su capacidad, emite 1.500.000 toneladas al año de CO2 y consume carbón nacional de bajo volátil que conlleva una baja eficiencia y competitividad de la central.

En la misma nota de prensa en la que Gas Natural Fenosa comunica el cierre, la compañía anunciaba una millonaria inversión en el sector eólico en Castilla y León, justo en un momento en el que las investigaciones apuntan a presunta corrupción por la adjudicación de parques eólicos desde el inicio del milenio.

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