El exnovio de la acusada de simular su secuestro atribuye los hechos a una “venganza” de ella tras la ruptura sentimental

Segunda sesión en la Audiencia Provincial de León del juicio a una mujer que simuló un secuestro por su expareja. / Carlos S. Campillo

E.F.G./ ICAL

El exnovio de la mujer que supuestamente simuló su propio secuestro a manos de él en octubre de 2016 en la comarca del Bierzo declaró este martes que atribuye esos hechos a una venganza por parte de ella. “Me ha cogido un odio brutal y es en venganza por haberla dejado. El día que le dije que se acababa me dijo que si la dejaba me arruinaba la vida”.

El hombre, que llegó a acumular 317 días de prisión provisional por las sucesivas denuncias presentadas contra él por la ahora acusada, Vanesa G.G., relató las consecuencias de dichas denuncias en su vida, y aseguró que ha perdido la relación que tenía con sus hijas. “No quieren saber nada de mí porque me tienen miedo”, dijo, además de indicar haber recibido amenazas por redes sociales y críticas que sus ex vecinos, que le llevaron a cambiar de domicilio.

“Me llaman el pega-coños”, lamentó antes de recordar que su imagen se hizo pública en numerosos medios de comunicación, “sin pixelar”, con su “nombre y apellidos y en ningún momento la presunción de inocencia”.

Por su parte, la farmacéutica de Bembibre, que fue la primera persona en ver y hablar con la acusada después de los hechos supuestamente simulados, manifestó este martes en la Audiencia Provincial de León, donde se juzga el caso, que Vanesa llegó al establecimiento sobre las cuatro de la madrugada con aspecto sucio, la camiseta rota y una media también rota puesta alrededor del cuello, además de presentar en las manos restos de celofán o de alguna cinta adhesiva.

“¡Llama a la Guardia Civil, me quiere matar, quiere matar a mi hijo!”, fueron las frases que repitió ante la farmacéutica en un relato “inconexo” al que sucedió la llegada de los agentes de la Guardia Civil y de una ambulancia.

Trastorno de la personalidad

Un psiquiatra que atendió a Vanesa por primera vez en 2008 y que volvió a tratarla después de los hechos que se juzgan comentó que la acusada padece un trastorno de la personalidad del tipo Cluster B, que en su caso se manifiesta con una personalidad muy dependiente, con una limitación muy grande de resolución de los problemas afectivos y con una autoestima muy baja.

Aludió además al historial de malos tratos de la acusada desde la infancia y señaló que ella reconoció que había simulado el secuestro para que su exnovio no pudiera agredirla. “Creo que ha sido sometida a malos tratos y que es una persona muy desgraciada”, afirmó.

¿Cómplice y víctima?

Un agente de la Guardia Civil que elaboró un informe cuando Vanesa estaba declarando aseguró que le dieron credibilidad a su testimonio y negó -como ella dijo- que la hubiesen animado o presionado para denunciar a su expareja. “Me limité a escribir lo que ella me decía literalmente. Iba directa e indirectamente hacia Iván y tenía claro que quería denunciar”, recordó antes de señalar que las incongruencias detectadas y las pruebas recabadas posteriormente dieron como consecuencia que se concluyese que el supuesto secuestro no había tenido lugar.

Respecto al otro acusado, Fernando, que ayer aseguró que su participación en los hechos se limitó a llevar a Vanesa a Bembibre, donde ésta le dijo que había quedado con alguien, detalló que en su declaración ante la Guardia Civil comentó que ella le había pedido que la trasladase y le atase las manos; que él lo hizo y luego se deshizo de la bolsa que contenía efectos relacionados con el suceso.

“Ella le dijo que tenía mucho miedo con su hijo y se solidarizó con ella. Este chico me parece una víctima del delito. Pudo cometer un error”, apuntó antes de señalar que en parte gracias a su declaración pudieron esclarecerse los hechos. Los malos tratos sufridos por ambos en el seno familiar podrían haber sido determinantes a la hora de fortalecer una relación de amistad entre ambos y de aceptar él ayudarla en su propósito.

La expareja de un familiar de Vanesa compareció para asegurar que con anterioridad a los hechos juzgados la acusada le había contado que había sufrido vejaciones y malos tratos por parte de Iván y una psicóloga de la prisión de Mansilla de las Mulas en la que permaneció ingresada menos de un mes entre octubre y noviembre de 2016 reconoció que ella dijo sentirse contenta de ingresar en la cárcel porque así se sentía segura.

También comparecieron en la sesión de este martes otro guardia civil que se refirió a la dirección de correo electrónico desde la que Vanesa habría recibido amenazas que ella atribuyó a su exnovio y que se habrían enviado desde una cuenta creada en el domicilio de Fernando y trabajadoras de un centro de acogida a mujeres víctimas de malos tratos en el que la acusada permaneció un par de semanas. El juicio se reanuda este miércoles con la última sesión y la prestación de nuevas declaraciones y las conclusiones de las partes.

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