La ecuación de Caja España-Duero: fondos públicos + fusión

Caja España

Antonio Vega

El largo proceso de fusión de las unidades bancarias de Caja España-Duero (Banco CEISS) con la malagueña Unicaja (Unicaja Banco) parece que encuentra luz tras el túnel por el que han pasado todas las revisiones posibles del Banco de España, incluyendo el famoso informe sobre activos tóxicos de Oliver Wyman.

Según fuentes consultadas por ileon.com el proceso de fusión sigue adelante aunque se mantienen negociaciones a tres bandas para redefinir el proyecto, tal y como había exigido el presidente malagueño Braulio Medel. La tercera pata es el Banco de España y su Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que preparan una nueva inyección de capital público para el banco de la caja leonesa, una vez que traspase activos al “banco malo” Sareb. Precisamente el montante final de la inyección y el momento elegido son aspectos claves del proceso, toda vez que ni el Estado quiere nacionalizar una nueva entidad ni Unicaja quiere en el consejo de administración del banco fusionado representantes designados por el FROB.

El Banco de España ya ha anunciado que Ceiss, junto a Banco Mare Nostrum, Caja3 y Liberbank han presentado sus planes de reestructuración al Banco de España y a la Comisión Europea, tal y como establece la legislación española y la normativa europea de ayudas públicas, y según los términos del Memorándum de Entendimiento (MoU en inglés). La cifra de recapitalización deberá adoptarse antes de fin de año, una vez que se haya hecho limpieza del balance traspasando activos tóxicos al “banco malo”, formalmente conocido como Sareb (Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria).

La concreción de puntos del rescate financiero a España afectará de forma directa a la fusión entre Unicaja y Ceiss

Los condicionantes del Memorándum de Entendimiento.

Los puntos que debe seguir España según lo acordado en el rescate financiero son en este momento un obstáculo más para la recapitalización de Caja España-Duero y culminar su proyecto de fusión, que lleva más de un año de dimes y diretes. Entre los asuntos pendientes está la comprometida reforma de los órganos rectores de las cajas para que sea incompatible la pertenencia de los directivos a la caja y a la vez a un banco en el que sea accionista de referencia (punto 18 del Mou). Así los miembros designados en los bancos de Unicaja y Ceiss o lo son del banco o lo son de la caja, lo que puede abrir el abanico de la disputa por los codiciados asientos del consejo del banco fusionado.

El otro asunto polémico que afectaría de forma directa es la intención de los socios europeos de que las cajas no puedan tener una posición mayoritaria en sus bancos, lo que obligaría a una hipotética salida a bolsa del banco que salga de la fusión entre los de Unicaja y Ceiss. Este sería un condicionante que España intenta evitar para que entidades como La Caixa caigan en manos de bancos o agresivos fondos de inversión que se aprovechen de las circunstancias del sistema financiero español para hacerse con un trozo del pastel a precios de saldo.

Según los planes definidos en el MoU la inyección de capital pública se hará mediante CoCos (bonos convertibles contiengentes) Los bonos convertibles en general son bonos híbridos entre deuda y capital donde se paga un interés al inversor y, adicionalmente, existe la opción de convertir estos bonos en acciones de la empresa o banco que los ha emitido en caso de impago de los mismos. Según el MoU la inyección de capital debería producirse antes de que acabe el 2013.

En este momento tanto la puesta en marcha del “banco malo” como del resto de requisitos de los socios europeos van con algo de retraso pero la intención es finalizar el año con los deberes hechos, de cara a una petición de rescate de la economía española en el primer trimestre del 2013.

En el análisis individual de Oliver Wyman, Caja España-Duero necesitaría 2.063 millones de euros en el escenario más adverso, mientras que Unicaja contaría con un excedente de 452 millones de euros. En el escenario base, la entidad leonesa necesitaría 1.269 millones y a la andaluza le sobrarían 969 millones. Partiendo de esas cifras y restando los activos que se traspasen al Sare, con un importante descuento, se definiría entonces el capital que necesita Ceiss. La aplicación de las medidas del Memorándum de Entendimiento terminará de definir la fusión, que puede acabar con dos cajas convertidas en un banco privado con participación de dos cajas-fundaciones y del Estado.

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