Tráfico instala un radar en las calles de la capital

Menuda sorpresa se llevaron ayer muchos conductores de la ciudad de León. ¿La causa? Un radar instalado en uno de los vehículos pertenecientes a la Dirección General de Tráfico (DGT), que permaneció durante unas horas subido en una de las aceras de la avenida de los Reyes Leoneses, justo al lado del Auditorio.

Algo muy poco frecuente, pero el coche no pasó desapercibido por muchos de los peatones que a esas horas paseaban por el lugar. Sobre todo, por los colores llamativos de su carrocería y por las letras de la DGT pintadas en su exterior. Lo que se desconoce es saber el número de conductores que se percataron también de su presencia, en el caso de rebasar los 50 kilómetros por hora establecidos como el máximo de velocidad para circular por las calles de una ciudad como León.