Crecen los accidentes provocados por animales que en León suponen el 42,4% de los siniestros
El número de accidentes provocados por animales en las carreteras de Castilla y León se ha incrementado un 68 por ciento en los últimos ocho años, al pasar de los 3.956 siniestros contabilizados en 2007 a los 6.670 del 2015. Este dato supone que en casi cuatro de cada diez accidentes de tráfico que se registran en la Comunidad (37,5 por ciento) están implicados animales, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT). En total, estos siniestros dejaron en el último año seis fallecidos, nueve heridos graves y 131 leves.
Por provincias, Burgos, con 1.463 accidentes, y León, con 1.335, se sitúan a la cabeza, por delante de Soria (951), Zamora (897) y Palencia (614). En el lado opuesto se sitúan Ávila (273), Valladolid (349), Segovia (373) y Salamanca (415).
No obstante, la incidencia oscila considerablemente si se tiene en cuenta el total de siniestros, ya que el caso de la provincia de Soria, el 71,6 por ciento del total de los accidentes son provocados por animales, porcentaje que en el caso de Valladolid baja al 15,7 por ciento y en Ávila al 16,6 por ciento. Después de Soria aparece Zamora (56,8 por ciento), seguida de Burgos (50,1 por ciento), León (42,4 por ciento), Palencia (33,2 por ciento), Salamanca (27,4 por ciento) y Segovia el 24 por ciento.
Por animales, el 47,1 por ciento de los accidentes están provocados por corzos (3.092), seguidos por los jabalíes, implicados en el 30,3 por ciento de los siniestros (1.990). Después, pero ya a mucha distancia, se encuentran los perros (540), seguidos por los ciervos (364), zorros (176) y vacas (84). En esta lista también se encuentran caballos, tejones, gatos, ovejas, cabras, gamos, cerdos, lobos, conejos, aves, liebres e incluso nutrias y osos.
Cazadores
Para el presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, Santiago Iturmedi, el incremento del número de accidentes provocados por animales responde a dos motivos. Por un lado, el explosión demográfica de las poblaciones de jabalíes, corzos y ciervos que se ha registrado en los últimos años como consecuencia de una regulación que ha limitado mucho el número de ejemplares de caza mayor que se pueden abatir, y por otro la falta de medidas de seguridad en las carreteras.
Iturmedi argumentó que ya el pasado año se atendió la petición de la Federación de Caza de duplicar el cupo de ejemplares de caza mayor, y resaltó que la explosión demográfica de algunas especies está provocando casos como el de Barcelona, “donde los jabalíes ya han llegado a zonas urbanas”.
Al mismo tiempo, denunció la falta de medidas eficaces en materia de seguridad vial y criticó que en España no se sigan pautas que se vienen aplicando desde hace años en países europeos con buenos resultados. En este sentido, resaltó que son muy pocas las carreteras, incluso las vías más modernas, las que cuenta con pasos de fauna, y también reprochó la falta de señalización de los 'puntos negros', así como la escasa limpieza de los márgenes de las vías.
Automovilistas
Por su parte, para el presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo, reconoce que se ha producido un incremento de la población de varias especies cinegéticas, pero asegura que el problema de fondo es la indefensión que sufren los automovilistas implicados en accidentes de tráfico con animales de caza a raíz de “incomprensibles” cambios legislativos introducidos en 2014 en la Ley de Seguridad Vial y que han alterado el sistema de responsabilidad de este tipo de accidentes, ya que de poder exigir responsabilidad a los titulares de los cotos, a los propietarios de los terrenos de donde provenían los animales, e incluso a la administración, ahora son los propios automovilistas los responsables de los accidentes.
Además, argumentó que esta “falta de responsabilidad” ha provocado que los cotos dejen de tomar medidas preventivas como cercados. Según explicó, hasta los cambios normativos, los titulares de cotos tenían que contratar un seguro de responsabilidad civil por daños o accidentes provocados por la explotación cinegética si no querían pagar de su bolsillo y a través del juzgado los daños causados por los animales de caza provenientes de sus terrenos. Esto suponía un coste anual medio de aproximadamente 1.500 euros por coto, lo cual suponía para el sector un gasto total de unos 45 millones de euros. “Y estos 45 millones de euros -señala el presidente de AEA-, es la única razón que explica por qué el legislador modificó el sistema de responsabilidad de los accidentes de tráfico en los que estaban implicados animales de caza. Sin embargo, no pensaron que con este regalito que hicieron al lobby de la caza se generaba un grave problema de inseguridad vial y se dejaba indefensos a miles de víctimas de la carretera”.
Consultivo
Esta indefensión que sufre los conductores, según AEA, también ha llegado al Consejo Consultivo de Castilla y León, que también ha reclamado una modificación en la Ley de Tráfico para que los propietarios de los cotos de caza o los responsables de la explotación cinegética de los mismos sean los responsables patrimoniales en caso de accidente provocado por animales.
Con esta recomendación, que fue recogida en la memoria del Consejo Consultivo correspondiente al 2015, se pretende acabar con una situación que, en opinión de su presidente, Mario Amilivia, está perjudicando a numerosos conductores de la Comunidad, especialmente en algunas comarcas de las provincias de Soria, Zamora, León, Segovia y Ávila.