La CONFAPACAL considera que la Consejería sólo quiere favorecer los centros privados

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La Confederación de Federaciones de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnado y Centros Públicos de Enseñanza de Castilla y León, CONFAPACAL, considera que la “libertad de elección de centro” que la Consejería pretende garantizar a las familias con el nuevo decreto que regula el proceso de admisión de alumnado en centros sostenidos con fondos públicos, es pura manipulación y favorece a los centros privadosque reciben dinero público.

La reducción de zonas en las distintas capitales de provincia resta preferencia a la proximidadal domicilio o lugar de trabajo, en una localidad con zona única todos y todas tienen el mismobaremo de proximidad, por lo que anula su valor.

Las circunstancias objetivas y justificadas que determine el consejo escolar del centro, dondese ha incluido ser hijo o hija de antiguo alumno del centro o parentesco hasta 3º grado de consanguinidad de empleado del centro o miembro de la congregación, son un claro guiño a la educación privada y su afán de seleccionar el alumnado y no contribuir como centro sostenido con fondospúblicos en atender todo tipo de alumnado.

En la zona rural, no hay libre elección de centro, además, con reducción de bachilleratos algúncentro se quedará sin alumnado y las familias no podrán optar al estar condicionadas por eltransporte escolar. Aquí la privada no tiene negocio.

De todas formas, la Sentencia de Tribunal Constitucional nº 86/1985, de 10 de Julio de 1985:dice que: “El derecho a la educación -a la educación gratuita en la enseñanza básica- no comprendeel derecho a la gratuidad educativa en cualesquiera Centros privados, porque los recursos públicosno han de acudir, incondicionadamente, allá donde vayan las preferencias individuales.

“La libertad de elección en estas condiciones está pervertida y contribuye a crear centrosgueto,donde la privada-concertada se lleva alumnado escogido, que tiene buenos resultadosacadémicos, no gracias al centro, sino por el tipo de alumnado matriculado, mientras que en lapública aparecen centros con porcentajes altos de minorías, que allí no lo son, o con excesivoalumnado extranjero o grupos grandes de alumnado con dificultades de aprendizaje”.

“No decimos que se inviertan las cifras, sino que haya un reparto proporcional de esta alumnado entre los centrosde la zona, también para ese reparto las zonas no deben ser muy extensas, al contrario de la políticaque se está siguiendo.La CONFAPACAL está en contra de la reducción de las zonas, está en contra de dar puntosque propicien la selección interesada de alumnado, por ello en contra de este decreto por lasconsecuencias nefastas que tiene para las familias que apuestan por la Escuela Pública”.

Respecto a aceptar el Proyecto Educativo del Centro y su Reglamento, entendemos que va implícito estar de acuerdo al matricular al hijo o hija en un centro y no en otro, esta medida crea susceptibilidad donde no la había; ¿qué pasará si no se firma la aceptación?. Lo que debe hacerse es mantener informados a los padres y madres de la organización del centro, de sus derechos, de sus deberes y de las formas de participación que tenemos las familias como miembros de la Comunidad Educativa, facilitando y creando espacios para ello, lo cual ya los expertos indican que una mayor participación de las familias en el centro redunda en la mejora de los resultados académicos.

Volviendo a la admisión de alumnado, la Consejería debe favorecer la matriculación en los centros públicos con mas dificultades, con proyectos y planes de mejora, mayores recursos, reforzar los apoyos, más profesorado especializado y aprovechar los beneficios de las aulas conalumnado heterogéneo, reflejo de la sociedad, garantizando siempre las necesidades.La enseñanza pública debe ser el referente en educación. La administración educativa es laresponsable de que esto sea así y de momento su compromiso brilla por su ausencia.

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