Cognitiva Unidad de Memoria en León: el gimnasio de la mente que lucha contra el olvido
Nuestra memoria es lo que somos en esencia, todo aquello que nos define, que nos representa; todo lo que logramos, lo que marca nuestra existencia. Nuestra memoria custodia los recuerdos importantes, los que se quedan grabados en la retina, en el corazón. Pero la memoria va más allá aún: es lo que nos hace tomar las decisiones que tomamos, actuar como actuamos y relacionarnos como nos relacionamos. Pero, ¿es posible recordarlo todo? ¿Siempre? La respuesta es no, aunque sí que podemos tomar medidas para ejercitar nuestra mente, para tratar de distanciar lo máximo posible la llegada de la pérdida de nuestras funciones cognitivas y estar preparados, activos, cuando llegue el momento de luchar contra el olvido.
De ello se encarga precisamente Cognitiva Unidad de Memoria, un centro de estimulación cognitiva, abierto desde el pasado mes de septiembre, que ha abierto sus puertas en León y al que puede acceder cualquier persona adulta, que por el motivo que sea esté presentando pérdidas de memoria, o una afectación en cualquiera de sus capacidades cognoscitivas. “Desde personas de edad media que hayan sufrido un ictus, un accidente de tráfico donde han visto afectadas funciones como el lenguaje o tras un ingreso hospitalario con un coma; hasta personas mayores con un deterioro cognitivo leve porque estén en inicio de sufrir Alzhéimer, Párkinson o cualquier enfermedad neurodegenerativa. También nos dirigimos a quienes presentan un deterioro cognitivo asociado a la edad”, declara Laura Mateos, directora y trabajadora social del centro en León.
Respuesta específica a las necesidades particulares de cada paciente
Laura insiste en la importancia de acudir a un centro de especialistas cuando se empieza a notar un declive en las capacidades cognitivas, ya que es muy importante dar una respuesta rápida que pueda frenar o prevenir el proceso de la enfermedad.
“Cuando se trata de un ictus o de un accidente es importante comenzar lo antes posible la rehabilitación para que el paciente pueda recuperar su vida, su rutina diaria personal, dentro de las posibilidades de cada caso”, declara Laura, la directora del centro, explicando el procedimiento protocolario de Cognitiva, en el que siempre se realiza un informe neuropsicológico a manos de un especialista para valorar las funciones que están dañadas, su grado de afectación y establecer un cuadro de trabajo para recuperar y rehabilitar todo lo que sea posible.
Los usuarios disponen de una evaluación y una sesión gratuitas para conocer la mecánica de Cognitiva
Cuando se trabaja con gente que ya ha comenzado a desarrollar un deterioro cognitivo por alguna enfermedad, el objetivo principal del equipo de Cognitiva es ralentizarlo para alargar la calidad de vida de las personas.
En el caso de personas con problemas de memoria asociados a la edad, cuando no existe una enfermedad asociada, sino que sus funciones están más deterioradas por el paso de los años, la actuación pasa a ser de prevención, para llegar al límite de la vida de esas personas con una buena agilidad mental.
“El tiempo es un factor trascendental. En casos de Alzhéimer o enfermedades neurodegenerativas, o cuando se presentan síntomas de demencia, hay que acudir cuanto antes para ralentizar el proceso porque lo que se pierde no se recupera”, conciencia Laura.
Envejecimiento activo
Hay que tener en cuenta que las personas a partir de los 30 años comienzan a perder funciones cognitivas, que en la mayoría de los casos son muy leves y casi imperceptibles por la rutina de vida y trabajo que desarrollamos a diario. “El punto de inflexión es la jubilación: todo lo que hacíamos en nuestro día a día pasa a un segundo plano y llevamos una vida mucho más tranquila en la que nuestras funciones cognitivas no trabajan al mismo ritmo, se relajan. Perdemos capacidad, y por ello debemos trabajar sobre ellas, hay que tomárselo como una actividad más. De la misma forma que se acude al gimnasio dos días a la semana, otros dos se pueden dedicar a estimular la memoria”, explica la trabajadora social.
El centro en León desarrolla un tratamiento terapéutico no farmacológico cuyo objetivo es la ralentización del deterioro cognitivo
Así, potenciando la actividad de los usuarios, para que se sienten mejor y más completos, Cognitiva desarrolla un tratamiento terapéutico no farmacológico impartido por profesionales cuyo objetivo es la ralentización del deterioro y el mantenimiento cognitivo reforzando todas las áreas cerebrales como la memoria, el lenguaje, la comprensión, el razonamiento, la atención, la concentración
“Un deterioro que aparece sin enfermedad, sin tratamiento, en unos cinco años puede ser una demencia senil”, declara la experta.
Síntomas que piden gimnasia para la mente
Todos sabemos cuándo nuestro cuerpo 'nos pide' acudir a un gimnasio para ejercitar los músculos pero, ¿qué pasa cuándo lo necesita nuestro órgano más importante? Los profesionales de Cognitiva Unidad de Memoria de León nos dan algunas pistas de los síntomas que alertan de un cerebro que necesita hacer ejercicio. Algunos ejemplos son las pérdidas de autonomía, no saber manejar efectivo, fallos recurrentes de la vida cotidiana como compras que no cuadran, desorientación, confundir el día, el mes o el año en el que se vive, olvidos de toma de medicamentos o de nombres de familiares y un lenguaje cada vez más pobre.
Las terapias se imparten en sesiones de 90 minutos de duración sujetas a un programa individualizado, y ampliables a las dos horas si se realiza ejercicio físico. Además, en el centro también se hace uso de las nuevas y más avanzadas tecnologías con una pantalla táctil grande muy adaptada y muy sencilla a la vez que permite a los profesionales, a través de una plataforma propia de la franquicia que se llama 'Mementia' informar diariamente de los avances y del estado del usuario.
Desde el centro también trabajan con el entorno de la persona afectada, dándole mucha importancia. “Todos los meses intentamos hacer algo con los familiares de los usuarios para que se sientan implicados y que entiendan qué es lo que hacemos aquí, qué es lo que queremos conseguir”, detalla Laura. Además, los familiares también disponen de sesiones psicológicas privadas si lo desean.
De hecho, cuando una persona viene a conocer el centro, los profesionales intentan aproximarse lo mas posible a su caso para poder ubicarle lo más certeramente posible en el grupo que mas se adecue a sus capacidades, ofreciendo una primera sesión totalmente gratuita, para que experimente en primera persona el método de Cognitiva.
Cognitiva es un recurso que se ubica como el paso previo a un Centro de Día
“La interacción es fundamental en estos grupos. Con un trabajo individual se consiguen cosas, pero en gente mayor que ya empieza a encerrarse en casa, o para evitar frustraciones con personas más jóvenes, la relación con el entorno es fundamental”, reconoce la directora del centro.
El recurso previo al Centro de Día
Cognitiva es un recurso que se ubica como el paso previo a un Centro de Día, pero a la vez se encuentra muy alejado de este tipo de centros ocupacionales y de cuidados. “Somos el primer contacto de un espacio para mayores donde se viene a ejercitar la memoria, un sitio para venir a trabajar las terapias dos o tres días a la semana, para ralentizar o mejorar; precisamente para evitar entrar a un Centro de Día”, declara Laura, que también asegura que en caso de verificar una enfermedad que no se pueda tratar en Cognitiva, el centro derivamos directamente a un neurólogo.
Prestación vinculada al servicio de Cognitiva
Las terapias las imparten profesionales como son el psicólogo y neuropsicólogo, contando además con el trabajo de la trabajadora social. “Tenemos la prestación vinculada al servicio, somos un centro privado pero concertado con gerencia de Servicios Sociales, por lo que todo el mundo que tenga dependencia puede verse beneficiado económicamente hablando, dependiendo de su grado”, comenta Laura, que se encarga de solicitar las ayudas de dependencia en los casos pertinentes.
Cognitiva cuenta con prestación social vinculada al servicio
Desde septiembre, mes en el que comenzaron con sus terapias, el balance ha sido muy positivo, ya que la gente ha comprendido que se trata de un ambiente bueno, agradable, con horarios flexibles de mañana y tarde -desde las 9.00 hasta las 19.00 horas, de lunes a viernes todo el año- y que muchos profesionales de la ciudad ven con buenos ojos, derivando a algunos de sus pacientes para ejercitar funciones cerebrales como la memoria, el lenguaje, la comprensión, el razonamiento, la atención y la concentración.