La 'Coca-Cola esquirola' de la fábrica asturiana entierra el ERE
El 19 de febrero de 2014, apenas un mes después de comenzar el conflicto laboral en Coca-Cola Iberian Partners --embotelladora de Coca-Cola en la península--, los trabajadores de la fábrica de Colloto denunciaban que la multinacional estaba abasteciendo las estanterías de supermercados y tiendas con productos embotellados en plantas de otras comunidades autónomas que no se sumaban a la huelga porque no estaban afectadas por el expediente de regulación de empleo (ERE). Fue la primera voz de alarma por la Coca-Cola esquirola. Desde entonces se produjo una cascada de denuncias de las plantillas que veían saboteados sus paros por la táctica de la dirección. Las demandas llegaron a las inspecciones de Trabajo y a los tribunales. Hoy es el argumento sobre el que se construye la decisión del Tribunal Supremo para confirmar la nulidad del ERE decretado en primer lugar por la Audiencia Nacional. A falta de conocer el texto íntegro, este es el principio que ha trascendido.
La primera respuesta de Iberian Partners fue asegurar que acata la resolución del Supremo. La segunda, de la propia Coca-Cola, invertir miles de euros en comprar planchas de publicidad en los principales diarios en papel del país. El diseño es claro y el mensaje conciso. Sobre una página en blanco, letras en rojo con el diseño corporativo de la multinacional aseguran que “Hoy es el primer día para un nuevo futuro juntos. Gracias por confiar en Coca-Cola”.
A los trabajadores no les extraña. No es la primera vez. Durante, el conflicto ambas compañías contrarrestaron la publicidad negativa que estaba suponiendo la batalla de los empleados y el boicot al consumo con campañas de márketing pagadas. Esa actitud encendió aún más los ánimos. Había sobre la mesa centenares de despidos por una reestructuración pero sí había fondos para publicidad. Hoy, con el ERE en la papelera, valoran el mismo proceder con más ironía. “Será por perres”, ironiza Israel García, portavoz del colectivo en Asturias. García también destaca cómo ya no hay diferencia entre Iberian Partners y Coca-Cola, cómo entremezclan su táctica y coordinan su respuesta pese a que insisten en que son dos firmas que actúan con independencia.
La causa de la Coca-Cola esquirola no llegó a verse en los tribunales asturianos. El juicio estaba fijado para hace un mes en Oviedo, pero como la causa emprendida por los trabajadores de Fuenlabrada, los primeros en movilizarse en toda España, ya había llegado al Supremo, el juez decidió suspender la vista y supeditarla a lo que dictara el alto tribunal. No en vano, lo sucedido en toda España respondió a un patrón casi idéntico. El territorio que cubrían las embotelladoras de Colloto, Fuenlabrada, Palma de Mallorca y Alicante --las plantas ya cerradas y desmanteladas-- se cubrió con productos procedentes de otras fábricas, lo que a la postre supuso una ilegalidad y terminó por enterrar el ERE.
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