“El circo está muy vivo en León”

Cirkofrénicos

Marta Cuervo @martaileon

¿Alguna vez has visto a un hombre volar con telas? ¿Manipular una serie de objetos que parecen cobrar vida propia? Donde lo imposible desaparece, la ilusión sorprendente se acerca a tu mano, y la risa invade tu cuerpo, ahí aparecen ellos. Entretienen, emocionan, maravillan. Bienvenidos al espectáculo de Cirkofrénicos.

Circofrénikos son una compañía de circo y teatro de León que surge de la unión de amigos apasionados por el mundo de las artes circenses.

Según explica Pablo, uno de sus integrantes, en un principio, entrenaban por libre, pero llega un momento en que a cada uno le interesa una técnica, y empiezan a montar espectáculos con forma, dando un hilo conductor, un argumento teatral. “Esto funciona, a la gente le gusta y desde ahí hemos ido creciendo, entrenando y sacando más espectáculos. Ahora mismo somos 7 en la compañía, pero llegamos a ser incluso 10, en 'Impulsos', nuestra obra más nueva”, explica el joven acróbata.

Gracias a esta especialización, la compañía se enriquece con un gran abanico de técnicas, a un nivel muy superior: acrobacias –aéreas y de suelo-, malabares, equilibrios acrobáticos, telas aéreas y danza.

“Una de las tónicas dominantes es el humor, todo nuestro trabajo discurre bajo un guiño humorístico. Es inevitable, aunque partamos de un planteamiento serio o contemporáneo, como nos lo pasamos muy bien haciéndolo, aparece la risa. Nos divertimos, y eso se transmite”, confiesa el cirkofrénico.

Cada hora, cada minuto de espectáculo, son días de ensayo

Se trata de un trabajo pasional, que lleva muchas hora de ensayo. “Cada hora, cada minuto de espectáculo, son días de ensayo. Depende de la época, entrenamos todos los días, pero en verano es más complicado porque trabajamos con muchas actuaciones”, añade.

¿Existen posibilidades para vivir del arte circense en León?

Bajo la experiencia y el trabajo de Pablo, sí. “Es un sueño. He trabajado en otras cosas y he tenido que ir combinando diferentes trabajos. Pero llega un momento en el que hay que abandonar el resto; no rechazar espectáculos porque mañana hay que ir a trabajar a la oficina. Me la jugué, lo dejé todo y me lancé a por esto. A mí me salió bien”, confiesa Pablo, que se dedica a este mundo en exclusiva desde hace 7 años, pero que lleva más de 15 trabajando como acróbata y malabarista.

Nunca se deja de aprender y siempre se pueden crear cosas nuevas

Pablo, empezó con Milo Producciones, una productora muy pequeña de León que organizaba entre otras cosas 'La Noche Templaria de Ponferrada'. “Me apasiona mi trabajo por las sensaciones que me reporta. Te tiene que gustar; la sensación de ponerte delante de la gente y tener que desafiar ese momento, la mayor o menor tensión de tus actos, del riesgo, de que la actuación salga bien. Siempre quiero más”.

Pablo reconoce que le gustan mucho las bolas y las mazas por su posibilidad de manipulación, pero su especialidad son las telas aéreas.

Telas aéreas y la revolución de internet

Tras una intensa formación nacional e internacional en diferentes escuelas de circo del mundo –Reino Unido, Brasil, Italia-, Pablo ahora es profesor en la Universidad de León, en un laboratorio, denominado taller multidisciplinario, donde la gente apuntada en otros talleres del 'Aula de Artes del Cuerpo', puede ensayar con el espacio necesario y con profesores para orientar a los alumnos y aclarar sus dudas.

No hay duda, “el circo está muy vivo”, y en ello internet ha supuesto una revolución muy grande. “Hay muchos tutoriales, en todas las técnicas se nota una constante novedad y evolución. En el caso de las telas, yo he estudiado mucho, pero cada vez que voy a un festival o veo un vídeo en internet veo algo nuevo. Nunca se deja de aprender y siempre se pueden crear cosas nuevas”, asegura el joven leonés.

Pablo aconseja a la gente que se quiere dedicar a las artes circenses, que empiecen a practicar malabares con vídeos de Youtube, “aunque es infinitamente mejor encontrarte con alguien que te pueda enseñar porque aprendes más rápido y con más seguridad”.

Es más importante la actitud que la aptitud: si tienes talento te costará menos aprender, pero no por ser un virtuoso vas a poder transmitir algo sin dedicación

¿Existen las barreras de la edad y la aptitud nata? “El cuerpo tiene una caducidad y cada uno llega donde llega, pero el circo está lleno de ejemplos de gente que ha estado trabajando hasta muy mayor, en un nivel alto y siempre ofreciendo cosas nuevas. También existe esta parte de improvisación que no es solo técnica. El circo no es deporte, no hay una técnica que hay que seguir para ser el mejor, o que solo si haces eso tienes qué mostrar a la gente. Ese concepto en el circo no existe, cualquiera con una pelota, o simplemente con su cuerpo, puede mostrar algo”, declara el especialista en telas aéreas.

Por otro lado, Pablo asegura que “es más importante la actitud”. “Si también tienes talento te costará menos, pero no por ser un virtuoso vas a poder transmitir algo”.

Circo tradicional versus circo urbano

¿Ha evolucionado el circo? Pablo explica que el circo tradicional se basa mucho en la técnica y, en cambio, el nuevo circo se ha abierto mucho hacia otras manifestaciones, otra manera de acercarse a la técnica con expresiones artísticas, como el teatro la danza o, incluso, otras artes como dibujar con arena.

“Del circo tradicional se sigue manteniendo la intención de sorprender, de maravillar al espectador, el 'más difícil todavía' que ya no se convierte en algo técnico, en hacer una cosa arriesgadísima, si no en el 'más difícil todavía' de a ver cómo te emociono cogiendo una pelota”.

Según el experto, este nuevo circo se abre más a la mistura. “Mucha gente opina que el circo hay que acotarlo, y aquí se abre la discusión. Por ejemplo: ¿el breakdance es circo? los más puristas dicen que no, pero se hace con el cuerpo e impresiona, por lo tanto, si lo introduces dentro de un concepto de espectáculo, sí es circo”, aclara.

“Lo que me atrajo del circo como artista es esta capacidad de romper esquemas del circo y cómo se puede aplicar en la vida cotidiana. Existe mucha necesidad de dejarse contagiar, de dejarse llevar”, finaliza el portavoz de Cirkofrénicos.

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