Cierra el histórico Mesón Celso II del Barrio Húmedo de León
“Adiós, gracias, amigos”. Seguro que ha sido esta la expresión utilizada por el inquieto Enrique y por Manuel Pérez Cabezas cuando este pasado sábado 10 de noviembre de 1018 bajó la trapa por última vez, para no volverla a abrir, el conocido Mesón Celso II, uno de los más veteranos del Barrio Húmedo de León, poniendo fin así a una aventura hostelera de 42 años en el mismo emplazamiento del final de la calle Zapaterías, casi embocando la Plaza de Don Gutierre.
Este miércoles, día más animado en la zona que de costumbre gracias al mercado de la Plaza Mayor, Enrique recogía las últimas cajas con “un poco de pena, la verdad, pero bueno, también llegó la hora de la jubilación”. Así, parco en palabras, al contrario que cuando atendía las mesas con esa celeridad a carrerillas suya tan característica, resumía un agridulce sentir la cara más visible de un establecimiento famoso por sus exquisitos platos caseros, entre los que la tortilla de patata era una auténtica bandera.
En problema de cadera ha venido en las últimas fechas a dificultar la tarea diaria de atender con maestría y confianza a los comensales y parroquianos, “amigos” todos ellos, una palabra -“amigo”- que era marca de la casa. Pero la pena de poner fin a más de cuatro décadas se endulza con la promesa del merecido descanso.
Y junto a ambos sentimientos, la humildad, la misma humildad que le impide atender el ruego de que pose por última vez para una fotografía ante el arco de la puerta del Celso II, que quién sabe si tendrá continuidad ahora vía traspaso. “Gracias pero mejor no, amigo”, dice mientras rehúsa el posado para la posteridad. Porque el Húmedo, ahora ya sin el Celso, como antes sin otros locales auténticos como el Valdesogo o La Pitanza, entre otros, cambia de aspecto y ambiente a pasos agigantados.