Un cementerio que crece llamado Plaza del Grano en León

La semana pasada se identificaron numéricamente hasta 19 restos humanos diferentes en la cata de la Plaza del Grano, aquí señalamos 10 de ellos.

Para cuando la concejala de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento de León, Ana Franco, reconociera la aparición hace poco más de dos semanas de tres esqueletos completos de enterramientos bajo el subsuelo de la Plaza del Grano de León, ya sabía entonces que esa cifra se quedaba muy pequeña.

Porque la cata arqueológica de 49 metros cuadrados ha demostrado que bien en el interior de la plaza donde se desarrollan sin desmayo las polémicas obras, y no sólo en el entorno inmediato de la iglesia de Nuestra Señora del Mercado, creció a lo largo de los siglos un amplísimo cementerio.

Hay constancia gráfica de que antes de alcanzar la cota actual, que ronda los dos metros de profundidad, los arqueólogos, tanto la contratada por el Ayuntamiento de León como el de Patrimonio de la Junta, ya habían detectado restos de 19 personas distintas. La semana pasada habían identificado los 19 mientras tomaban esquemas de sus posturas y desenterraban lo más posible sus huesos y calaveras para, posteriormente, ir retirándolos en cajas.

Imagen del martes 12 de diciembre, con al menos dos nuevos cuerpos completos aparecidos ya en una capa inferior.

Pero cada capa deja nuevos hallazgos a la vista, de manera que es evidente que se trata de enterramientos de muy diversas épocas históricas y no sólo de un siglo. Para conocer más detalles, y si alguno de ellos es verdaderamente inaudito o al menos muy relevante, habrá que esperar a la realización de sendos informes tanto por parte del Consistorio como de la Junta de Castilla y León, que fue quien condiciónó el visto bueno a la tercera y última fase en ejecución a la realización de esa cata arqueológica.

Pero a pocos metros de la zona de excavación, bien cerrada a cal y canto de la vista por elevadas vallas de obra, continúa avanzando sin descanso el grueso de la fase de ejecución valorada ahora en prácticamente 300.000 euros y consistente en el levantamiento y reconstrucción posterior de los paños de canto rodado tradicional, en concreto en la esquina situada frente a la Vinoteca El Grifo. Allí también había aparecido un antiguo muro que fue tapado con tierra en apenas 16 horas y sobre el que en breve se situará el nuevo pavimento.

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