Carta del hijo de un compañero y amigo de Antonio Gutiérrez
Carta del hijo de un compañero y amigo de Antonio Gutiérrez
En primer lugar, me gustaría manifestar mi pésame a la familia de Antonio ya que tiene que ser un profundo dolor perder a alguien en estas circunstancias.
Hoy me gustaría hablar sobre mi padre el Dr. José Pedro Fernández Vázquez, ya que soy consciente de que él jamás lo haría y considero que en los medios también hay que dar a conocer este tipo de cosas.
Hace más de un mes que empezó todo esto y a pesar de la disconformidad familiar, mi padre acude al centro de salud desde las 7 am hasta por la noche incluidos sábados y domingos, como también se que lo hacía Antonio inseparable compañero y amigo de mi padre. Según mi padre me ha manifestado en numerosas ocasiones, creo que los dos tenían varias cosas en común, una de ellas los desayunos, ideales y futuro de la atención primaria y, muy a mi pesar, darle prioridad a la salud pública y a su trabajo sobre sí mismos o incluso sus familias.
Tuve la oportunidad de conocer Antonio en una de las sustituciones que hice como odontólogo en el centro de salud de Eras de Renueva y pude comprobar como todo lo que me había dicho mi padre sobre él era cierto. También tengo el placer de conocer a una de sus hijas compañera mía en el colegio.
He podido comprobar el sufrimiento de mi padre y me imagino de muchos compañeros de Antonio porque siempre que llega a casa llama a todos sus compañeros infectados por COVID19 y también llama al responsable de UCI para saber como se encuentran otros compañeros que se encuentran más graves. Pocas veces he visto a mi padre tan afectado como con la muerte de Antonio al cual le dedico una carta que me imagino que no ha publicado por la vorágine en la que se encuentra y la presión a la que está sometido o quizá porque quiera dedicarle un homenaje como Dios manda después de que pase todo esto.
En resumen, quería dar a conocer lo que personas como Antonio o mi padre hacen o han hecho por la salud de todos, dejándose de la piel incluso aun pudiendo poner en riesgo su salud, así como la de sus allegados.
Reitero mi pésame a las hijas y a la familia de Antonio y me alegro de que han existido, existen y existirán profesionales sanitarios con la misma entrega.
