Cáritas constata que la pandemia agrava la situación de las mujeres que se ven abocadas a la prostitución en Ponferrada

Castillo de los Templarios de Ponferrada el primer día de cuarentena por coronavirus.

Agencia ICAL

Cáritas Ponferrada coordina el programa Amanecer que desarrolla la Diócesis de Astorga en las provincias de León y Ponferrada para prestar atención a mujeres que ejercen la prostitución y constata que su situación, debido a la pandemia de la Covid-19, ha empeorado y los recursos “se están agotando, pues se ha tenido que redoblar el apoyo y la realidad está demandando más y diferentes intervenciones para proporcionar su seguridad y cubrir necesidades básicas”.

Por ello, alertan de la necesidad de ayudas económicas de urgencia para que se les pueda garantizar el mantenimiento e incremento de las ayudas que se les presta como el acceso a vivienda, pago de suministros, alimentación e higiene, y tramitación legal para regularizar su actual situación irregular administrativa.

Se trata, señalan desde la Diócesis, de un colectivo en el que las consecuencias del estado de alarma “ahondan aún más en su vulnerabilidad y marginación”, pues son en su mayoría mujeres inmigrantes con cargas familiares no compartidas y con una fragilidad anímica evidente.

Así, aluden a su inaccesibilidad a recursos oficiales y la imposibilidad de acceder a alquileres de pisos, con la consecuente obligatoriedad de tener que permanecer retenidas en clubs y/o pisos de ejercicio de prostitución, en los que están generando deudas con los dueños de los mismos y con sus proxenetas. La circunstancia de que, por las medidas de confinamiento decretadas, no puedan 'permanecer' en la calle –recuerdan– aumenta su vulnerabilidad económica y social.

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