Falsos mitos sobre el cáncer que deberías conocer

La investigación biomédica ha logrado curar a millones de personas (Imagen de S. Gerbic - Wikimedia)

Ángela Bernardo

El cáncer es una patología tan cruel como cercana. Bien sea en primera persona, bien en casos próximos de familiares y amigos, esta enfermedad se extiende -casi como una plaga- entre la sociedad. Anualmente se diagnostican en España más de 200.000 casos de cáncer. Por fortuna, la investigación se ha propuesto acorralar a este trastorno, y cada vez contamos con un mayor número de tratamientos y métodos de diagnóstico precoz.

La lucha contra el cáncer es, sin embargo, interminable. No sólo a nivel científico o sanitario, donde miles de investigadores y profesionales médicos se afanan en descubrir los mecanismos moleculares que originan el cáncer. También a nivel social. Por desgracia, existen creencias y falsos mitos sobre el cáncer que circulan entre la población, y aprovechando el Día Mundial contra el Cáncer, vamos a desgranar algunos de ellos:

El cáncer es una única enfermedad

Falso. Los expertos consideran que el término engloba en realidad a más de 200 enfermedades, lo que hace que sea todavía más complejo encontrar una cura. Por ejemplo, la similitud entre el cáncer de pulmón de células pequeñas y de células grandes es, simplemente, su localización. No tienen nada que ver, y su tratamiento también es diferente.

Esta es la verdadera razón por la que “todavía no hemos encontrado una cura” contra el cáncer. No existe una terapia única. Nada tienen que ver oscuros intereses de la industria o limitaciones en la investigación. El cáncer ya es una enfermedad (o enfermedades) bastante compleja por sí misma.

El cáncer se contagia

Falso, sólo en algunos casos puntuales (como sucede con el virus del papiloma humano y la probabilidad de padecer cáncer de cuello de útero). El cáncer se origina cuando nuestras células comienzan a dividirse sin ningún tipo de control. Esto sucede al perder los mecanismos en forma de aceleradores y frenos que controlan la división celular.

Si esto ocurre, las células se multiplicarán de manera descontrolada, dando lugar a tumores. Si además éstos tienen la capacidad de invadir otros tejidos a nivel local o a distancia, diremos que son tumores malignos.

El cáncer es una epidemia

Falso. El aumento del número de casos de cáncer tiene que ver con la mejora en la detección precoz de esta enfermedad. Cuanto antes seamos capaces de diagnosticar un tumor, mayores probabilidades habrá de tratarlo con éxito.

No obstante, no debemos olvidar la influencia de los factores ambientales en nuestra salud. Hábitos perjudiciales como el tabaquismo o el sedentarismo pueden contribuir a la aparición del cáncer, ya que alteran nuestras células. No todo está escrito en nuestros genes: el 90% de casos de cáncer de pulmón tiene que ver con el consumo de tabaco.

El cáncer puede curarse con medicina alternativa

Falso. Que se lo pregunten a Steve Jobs. En el momento en el que nos diagnostiquen un tumor, es preciso actuar rápida y eficazmente mediante medicina basada en la evidencia científica. Ni homeopatía, ni naturopatía, ni terapias alternativas fraudulentas. El cáncer es una enfermedad muy peligrosa, especialmente si no se trata a tiempo.

Tampoco existen las recetas anticáncer. Aunque llevar unos hábitos saludables (también a nivel nutricional) es clave, no existe una receta mágica que nos permita evitar el cáncer. No hay alimentos que eviten que podamos padecer un tumor: se trata de una compleja mezcla de origen genético y factores ambientales que todavía tenemos que entender bien desde la ciencia.

El cáncer sólo afecta a personas mayores

Por desgracia, falso. Existen también tumores infantiles, a pesar de que se suele decir que el cáncer es una enfermedad asociada al envejecimiento. Aunque es más probable que nuestras células, con el paso de los años, acumulen mutaciones genéticas que originen un tumor, lo cierto es que nadie se libra de esta enfermedad. Tampoco los niños.

En el caso de los más pequeños, las razones que se esconden tras el cáncer infantil son variadas. Puede que hayan heredado una mutación genética fatal. Pero también puede darse otro caso diferente: que los errores genéticos hayan ocurrido durante el desarrollo embrionario, la etapa de nuestra 'vida' donde más divisiones celulares se producen. Por fortuna, cada vez hay más iniciativas para cuidar a niños que sufren cáncer infantil.

¿Los móviles producen cáncer?

Falso. Tampoco los cables de alta tensión. Los estudios realizados hasta el momento, como resumen desde el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, han descartado esta posibilidad. Los teléfonos móviles emiten radiación no ionizante, es decir, de muy baja energía, que no consigue dañar nuestros genes.

En el caso de los cables de alta tensión, emiten energía eléctrica y magnética. También se trata de radiación con una baja energía, que no causa problemas de origen genético que puedan llegar a provocar tumores.

Teñirme el pelo produce cáncer

Falso. Hasta el momento no contamos con suficiente evidencia científica que relacione los tintes con un mayor riesgo de padecer cáncer. Las primeras fórmulas de los setenta sí contenían compuestos químicos peligrosos, pero hoy en día la regulación es mucho más estricta.

Tampoco existe evidencia que relacione el uso de desodorante con un aumento de casos de cáncer (y en particular, de tumores de mama). Los antitranspirantes usan compuestos de aluminio, que se encargan de formar un 'capuchón temporal' encima de los conductos de sudor.

Algunos estudios sugieren que los compuestos de aluminio tendrían unos efectos similares a los de los estrógenos. Dado que estos efectos hormonales a veces se relacionan con el aumento de células malignas en el seno, existe una gran confusión sobre el potencial carcinógeno de los desodorantes. Hasta el momento, podemos decir que esta relación es falsa.

Como vemos, existe un gran número de falsos mitos que rodean al cáncer. La gran mayoría de las creencias populares no presentan una suficiente evidencia científica, por lo que debemos evitarlas. Confiar en la medicina y cuidar nuestra salud son dos reglas básicas para evitar aumentar las probabilidades de padecer un tumor maligno. No está de más recordarlo en este Día Mundial contra el Cáncer.

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