¿Y las Cabezadas?
Tendría que haber sido hoy, último fin de semana de abril, cuando se llevase a cabo el tradicional acto de Las Cabezadas, una lucha dialéctica que tiene lugar entre la corporación municipal y el cabildo.
La coincidencia con el Domingo de Resurrección hizo que el Pleno del Ayuntamiento de León aprobara una moción para que se realicen el 8 de mayo.
En el mismo Pleno se dio también el visto bueno para el inicio de un expediente que permita la declaración de esta fiesta como de Interés Turístico Nacional, después de que ya haya sido declarada de Interés Turístico Regional por la Junta de Castilla y León.
La fiesta
Cuenta la tradición, y así lo recoge el “Chronicon Mundi” de Lucas de Tuy, que en 1158 con motivo de una rogativa a San Isidoro, “la lluvia cayó con abundancia sobre los campos de León y su alfoz”.
En agradecimiento por éste y otros milagros que sucedieron después, la ciudad, representada por su Ayuntamiento, acude voluntariamente cada año a la Basílica de San Isidoro para ofrecer un cirio de una arroba y dos hachas de cera. En el claustro, el Cabildo acepta el presente, pero deja patente su carácter obligatorio o de foro. Por esta discrepancia sobre el carácter de la ofrenda, los representantes de ambas instituciones entablan una batalla dialéctica y hacen alarde público de sus cualidades oratorias. Al final, hay empate, y la discusión queda aplazada para el siguiente año.
