En busca de la fortuna perdida
Casi nos habíamos olvidado de que una vez fuimos un país de inmigrantes. Después de los años de bonanza guardamos poco para las vacas flacas y ahora, desempolvamos las maletas y cruzamos las fronteras en busca de las oportunidades que aquí escasean. Las circunstancias y el perfil del emigrante español han cambiado. En las décadas de los 50 y los 60, el español se convertía sin remilgos en la mano de obra que otros países necesitaban, ahora se van en avión y con los títulos que acreditan la alta educación cualificada que cargan a sus espaldas.
La crisis económica y las enormes cifras de desempleo están teniendo una consecuencia previsible, el aumento de la emigración exterior. Según el Instituto Nacional de Estadística el número de leoneses que abandonó la provincia en los últimos tres años se ha incrementado. En el 2009 fueron 1.564 los que partieron al extranjero, en el 2010 se vivió un pequeño descenso que situó la cifra en 941. Sin embargo en el último año se ha registrado un nuevo repunte y han sido 1.644 los leoneses que han cruzado las fronteras.
Carmen Vaquero, licenciada en telecomunicaciones, vive en París desde septiembre
En total son 40.462 los que han partido de la provincia y del país y se han asentado en otros lugares, Según confirma el INE, más de la mitad residen actualmente en América. Argentina es el destino preferido ya que cuenta con 13.226 leoneses. Europa acoge a 14.770, de los cuales 6.234 han elegido Francia como segundo hogar. El número más bajo de residentes leoneses se encuentra en Rusia y Guinea Ecuatorial, ambos empatados con ocho, Turquía con 5 y solamente dos se han instalado en Jordania.
Elena Fuente llevaba más de un año buscando trabajo cuando decidió partir a Chile
ileon.com ha querido conocer de primera mano a algunos de estos aventureros que han dejado atrás la comodidad de lo familiar para abrazar nuevas posibilidades.
En la tarea de poner cara a las estadísticas, Elena Fuente García forma parte de los 1.644 leoneses que emprendieron una nueva vida lejos de la provincia en el último año. Esta valiente de 30 años, ingeniera de caminos, canales y puertos, reside en Chile desde el pasado 23 de septiembre. A la pregunta de cómo tomó la decisión de partir contesta sin titubeos “no me quedó otro remedio. Llevaba más de un año en España buscando trabajo y apostando por diferentes opciones profesionales que no dieron buen resultado. Se me estaban terminando los ahorros y tenía que tomar una decisión”, cuenta.
La elección de destino es otro de los retos que debe afrontarse, pues de él forma parte el éxito de la partida. “Yo estoy colegiada en el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, y a partir de ahí puedo acceder a una base de datos de todos los ICCP colegiados. Fui colocando en el buscador diferentes países, Panamá, Canadá, Perú, Chile..., y me puse en contacto con los colegiados que residían en esos países sin conocerlos previamente de nada. Les mandé un email preguntándoles su opinión sobre las posibilidades de sus países. Panamá: muy difícil si vas por libre; Canadá: no reconocerán tu título universitario; Perú: sueldo muy bajos;....; Chile: mucha obra civil, pocos profesionales en el país, sueldos aceptables... ¿Chile? Esa es la dirección”, relata Elena.
Nicolás González reside en Alemania desde el pasado noviembre
Asegura que no fue sencillo, no tenía trabajo y durante los dos primeros meses en el país se dedicó a mandar curriculums hasta que por fin llego el día en el que le estrecharon la mano y le dieron la bienvenida a su nuevo empleo en una constructora de Navarra. ¿Piensas regresar? “No me planteo ninguna opción. Ahora estoy a gusto, contenta e ilusionada con esto”, responde “Tener voluntad de vencer, es condición necesaria y, la mayoría de las veces, suficiente para alcanzar el objetivo”.
Las noticias sobre las opciones laborales en Alemania han surtido efecto y muchos leoneses han intentado probar suerte en el país germano. Nicolás González es uno de ellos. Como en la mayoría de los casos, la ausencia de oportunidades fue la razón de su viaje. Economista, 32 años, en el paro y sin esperanzas de encontrarlo a la vista, González hizo las maletas a mediados de noviembre y se instaló en Munich. Sin conocer a nadie y sin hablar el idioma asegura que la experiencia está siendo tan difícil como positiva. “Me gustaría volver algún día, pero a día de hoy no me planteo ninguna fecha concreta de regreso”, manifiesta.
Carmen Vaquero, acaba de licenciarse en telecomunicaciones y tras pasar un año en Francia de Erasmus decidió quedarse en París, donde trabaja en una consultoría como servicio técnico de telefonía. “Los sueldos, especialmente para los recién titulados son mucho más elevados que en España”, dice “aunque el nivel de vida es más alto se compensa perfectamente”. “Me gustaría volver a España, a León lo veo más complicado”, confiesa Carmen.
Como todos los demás, España es un país de emigrantes cuando las condiciones empujan a serlo, para buscar un trabajo, mejores posibilidades y una nueva vida.
